La CNT presente en el evento con su pieza "Baño de damas" |
Cada 27 de marzo se celebra en casi todo
el planeta Tierra el Día
Internacional del Teatro creado por iniciativa de la Unesco y el Instituto Internacional de Teatro (ITI) en
el año 1961, en homenaje a
la inauguración en París del Festival Teatro de las Naciones, ITI, UNESCO,
evento que reunió a representantes de la actividad teatral mundial.
El Instituto Internacional del Teatro (ITI) es la organización artística
más grande del mundo. Se creó en 1948 por artistas, expertos teatrales y la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(Unesco, por su sigla en inglés). El ITI es actualmente una organización sin
fines de lucro.
Desde 1962, varios eventos
nacionales e internacionales son organizados por la comunidad teatral
internacional para conmemorar esta ocasión, invitando además a una personalidad
del mundo del teatro o reconocida por sus cualidades de corazón y espíritu que
será la encargada de escribir el Mensaje Internacional, traducido a 20 idiomas,
leído frente a decenas de millares de espectadores, y difundido por los medios
de comunicación de los cinco continentes.
En conmemoración del Día Mundial del Teatro, profesionales, organizaciones y centros teatrales, así como las escuelas de artes escénicas rinden homenaje a esta forma de expresión. También pretenden concienciar a los gobiernos y a las instituciones lo valioso de este arte para la ciudadanía
Dicho mensaje es una reflexión no
solo sobre el teatro sino sobre la Cultura de Paz, uno de los valores
universales que persigue históricamente el quehacer teatral.
El primer mensaje fue escrito por
el francés Jean Cocteau en 1962. A ello se le suman figuras como Laurence
Olivier-Jean, Luís Barrault, Eugene Ionesco, Antonio Gala, Pablo Neruda, Peter
Brook, Iakovos Kampanellis, Vaclav Havel, Arthur Miller y los oradores de los
últimos años han sido Jéssica A. Kaahwa, John Malkovich y Darío Fo, entre otros.
Este
año 2018, para celebrar el 70° aniversario del Instituto Internacional de
Teatro (creado en 1948) y subrayar el aspecto transcultural e internacional del
teatro, el Consejo Directivo del ITI invitó a escribir el mensaje de este año a
cinco autores que configuran las regiones adscritas a la Unesco: Asia Región Pacifico: Ram Gopal Bajajaj, (India). Países Árabes:
Maya Zbid (Líbano), Europa: Simon McBurney (Reino Unido), América:
Sabina Berman (México) y África: Wèrê Wèrê Li.
Venezuela
ha tenido el privilegio de llevar su Mensaje del Día Internacional del Teatro en
dos oportunidades, a través de dos grandes personalidades de nuestra cultura:
Arturo Uslar Pietri en el año 1992, y Humberto Orsini, en el año 1995.
PROGRAMACIÓN DÍA MUNDIAL DEL
TEATRO 2018 EN CARACAS
La
Compañía Nacional de Teatro, en alianza con Fundarte, celebran este Día Mundial del Teatro realizando un
reconocimiento a la trayectoria artística de Maestros Nacionales que han
dedicado su vida las tablas y a Maestros Internacionales que se han hecho
venezolanos en las tablas del país con una programación al público en general
en el Teatro Nacional, a las 3:00 de la tarde del martes 27 de marzo.
Acto Protocolar:
Lectura
del Mensaje Día Mundial del Teatro, por Celeste Gil.
Proyección
del Video Homenaje a los Maestros y Maestras del Teatro. Venezolanos: Sylvia
Mendoza, Aura Rivas, Antonieta Colón, Armando Carías, Yorlando Conde y Dilia Waikkarán.
Extranjeros Nuestros: Orlando Rodríguez, Ugo Ulive, Laura Rocca, Alberto
Rowinsky, Víctor Villavicencio y Elida Antigües Kuasnichenko.
Entrega
de Reconocimientos a los Maestros y Maestras del Teatro. Ministerio del Poder
Popular para la Cultura, Compañía Nacional de Teatro en coproducción con
Fundarte.
Función
Especial Compañía Nacional de Teatro con el montaje de Baño de damas, de
Rodolfo Santana, dirigido por Aníbal Grunn y con el elenco estable de la CNT.
MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2018
Sabina
Berman, México Escritora, periodista
Podemos
imaginar La tribu caza pájaros lanzando pequeñas piedras, cuando el enorme
mamut irrumpe y ruge – y
al mismo tiempo un pequeño humano ruge como el mamut. Luego, todos corren… Ese
rugido de mamut proferido por una mujer humana –quiero imaginarla mujer-- es el
inicio de lo que nos hace la especie que somos. La especie capaz de imitar lo
que no somos. La especie capaz de representar al Otro. Saltemos 10 años, o 100,
o mil. La tribu ha aprendido a imitar a otros seres y representa al fondo de la
cueva, en la luz temblorosa de la hoguera, la cacería de esa mañana. Cuatro
hombres son el mamut, tres mujeres son el río, hombres y mujeres son pájaros,
árboles, nubes. Así, la tribu captura el pasado con su don para el teatro. Más
asombroso: así la tribu inventa posibles futuros: ensaya posibles formas de
vencer al enemigo de la tribu, el mamut. Los rugidos, los silbidos, los
murmullos –las onomatopeyas de ese primer teatro—se volverán lenguaje verbal.
El lenguaje hablado se volverá lenguaje escrito. Por otro derrotero, el teatro
se volverá ritual y luego cine. Y en la semilla de cada una de estas formas
seguirá estando el teatro. La forma más sencilla de representar. La forma viva
de representar. El teatro, que mientras más sencillo más íntimamente nos
conecta a la capacidad humana más asombrosa, la de representar al Otro. Hoy
celebramos en todos los teatros del mundo esa gloriosa capacidad humana de
hacer teatro. De representar, y así capturar nuestro pasado para entenderlo --o
de inventar posibles futuros para la tribu, para ser más libres y más felices.
Hablo por supuesto de las obras de teatro que realmente importan y trascienden
el entretenimiento. Esas obras de teatro que importan, hoy se proponen lo mismo
que las más antiguas: vencer a los enemigos contemporáneos de la felicidad de
la tribu, gracias a la capacidad de representar. ¿Cuáles son los mamuts a
vencer hoy en el teatro de la tribu? Yo digo que el mamut mayor es la
enajenación de los corazones humanos. Nuestra pérdida de la capacidad de sentir
con los Otros: de sentir compasión. Y nuestra incapacidad de sentir con lo Otro
no humano: la Naturaleza. Vaya paradoja. Hoy, en la orilla final del Humanismo
–de la era del Antropoceno—de la era en que el humano es la fuerza natural que
más ha cambiado y cambia el planeta-- la misión del teatro es inversa a la que
reunió a la tribu originalmente para hacer teatro al fondo de la cueva: hoy
debemos rescatar nuestra conexión con lo natural. Más que la literatura, más que
el cine, el teatro –que exige la presencia de unos seres humanos ante otros
seres humanos-- es maravillosamente apto para la tarea de salvarnos de
volvernos algoritmos. Puras abstracciones. Quitémosle al teatro todo lo
superfluo. Desnudémoslo. Porque mientras más sencillo el teatro, más apto para
recordarnos lo único innegable: somos mientras somos en el tiempo, somos
mientras somos carne y huesos y un corazón latiendo en nuestros pechos. Somos
aquí y ahora solamente. Viva el teatro. El arte más antiguo. El arte más
presente. El arte más asombroso. Viva el teatro
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