Dos intelectuales, de ideologías
enfrentadas, son los protagonistas del espectáculo Alta traición, el cual permitirá una reflexión urgente y oportuna al
público venezolano. Y por eso hemos entrevistado al autor, Federico Pacanins, para
conocer los pro y los contra de ese gran show, por llamarlo no tan
inocentemente.
Como autor, ¿por qué estos escritores, Pound y Mann? ¿Qué
busca con esta pieza?
Es fascinante encontrar
extrañas coincidencias en iconos literarios de la cultura universal. Y todavía
más fascinante resultan esas coincidencias dando lugar a una trama con
personajes en tiempos de conflicto, que asumen activamente propagada de signo
contrario: durante la Segunda Guerra Mundial, Ezra Pound, principal hombre de
letras norteamericano, toma el micrófono radiofónico en Italia ofreciendo
programas para advertir a sus compatriotas de las bondades del fascismo y
nazismo. Del otro lado, Thomas Mann, alemán Premio Nobel de Literatura, también
ofrece programas radiofónicos advirtiendo a sus compatriotas alemanes del error
en que incurren al seguir el liderazgo de Hitler. Dos posturas que, en tiempos
de guerra, suponen delitos de alta traición hacia sus respectivas naciones. Al
concluir la guerra, tanto Pound como Mann deben asumir las consecuencias de sus
respectivas posturas como intelectuales en tiempo de guerra. Y las
consecuencias, por cierto, son aleccionadoras, por decir lo menos.
Esa deslumbrante
coincidencia -no hay evidencias de controversias o confrontaciones directas
entre Mann y Pound- nos da pie para desarrollar una trama dramática que acaso
de escena a dos intelectuales del arte en tiempos de conflicto, y también a una
periodista como representante de un "cuarto poder" que apunta a la
reseña y al veredicto social. Queremos compartir con los espectadores trama,
personajes, emociones y pensamientos aleccionadores, producto de tiempos de
conflictividad extrema.
Históricamente y comparativamente hablando, ¿tenemos dos
escritores criollos que puedan producir el mismo duelo que se plantea en su
obra?
En nuestro ambiente, por supuesto que ocurrieron y siguen ocurriendo divergencias entre importantes hombres de letras y cultura. Muy sonoras y conocidas, por citar un caso, fueron las divergencias entre Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González en el siglo XIX. Manuel Caballero tiene un libro de notables controversias entre intelectuales venezolanos. El tema es amplio y debe impulsar, creemos, la legítima creatividad de dramaturgos y hombres de letras.
El punto está en que, en nuestro caso, la investigación e imaginación nos llevó a Pound y Mann, al peso internacional de sus figuras y a sus extraordinarias sagas -absolutamente "teatralizables"- producto de sus notorias posturas públicas. En ese sentido, es interesante resaltar que estamos tratando dos figuras de reconocimiento universal. Los Cantos de Pound o la Montaña Mágica de Mann -por citar dos de sus obras capitales- colocan a estos autores en un nivel muy alto. Cualquier investigación creativa que los relacione de forma diestra y acaso original, pues puede resultar interesante al entorno nacional y, tal vez, al internacional.
En nuestro ambiente, por supuesto que ocurrieron y siguen ocurriendo divergencias entre importantes hombres de letras y cultura. Muy sonoras y conocidas, por citar un caso, fueron las divergencias entre Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González en el siglo XIX. Manuel Caballero tiene un libro de notables controversias entre intelectuales venezolanos. El tema es amplio y debe impulsar, creemos, la legítima creatividad de dramaturgos y hombres de letras.
El punto está en que, en nuestro caso, la investigación e imaginación nos llevó a Pound y Mann, al peso internacional de sus figuras y a sus extraordinarias sagas -absolutamente "teatralizables"- producto de sus notorias posturas públicas. En ese sentido, es interesante resaltar que estamos tratando dos figuras de reconocimiento universal. Los Cantos de Pound o la Montaña Mágica de Mann -por citar dos de sus obras capitales- colocan a estos autores en un nivel muy alto. Cualquier investigación creativa que los relacione de forma diestra y acaso original, pues puede resultar interesante al entorno nacional y, tal vez, al internacional.
Ir de la mano de un director
del peso de José Tomás Angola con su diestro equipo de producción, y además
contar con primeros actores del calibre de Rolando Padilla como Ezra Pound,
Gerardo Soto como Thomas Mann y Sandra Yajure como la aguda periodista que
representa ese "cuarto Poder" que reseña, ausculta y juzga, es todo
un lujo presto a ofrecer al público caraqueño nuestra Alta traición, desde finales de agosto, gracias al especial
programa conmemorativo de los 70 años de la Asociación Cultural Humboldt.
Alta traición se llevará a las tablas en cuatro únicas funciones,
sábados y domingos desde el 31 de agosto hasta el 8 de septiembre, a las 11:30
A.M., en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en el corazón de
San Bernardino, entre el Hotel Ávila y el IESA, Av. Juan Germán Roscio, cruce
con Av. Jorge Washington, Caracas.Las entradas pueden ser adquiridas en la
taquilla del teatro y a través del correo asohumboldt@gmail.com. Más información en las redes sociales: @asohumboldt (Instagram
y Twitter), @asohumboldtcaracas (Facebook), @lamaquinateatrove (Instagram).
@jtangolaheredia (Twitter).
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