Una cantata adecuada y oportuna que viene desde la provincia. |
Se dice que la historia la redactan los vencedores y es por eso que
nadie se acuerda de los derrotados. Pero hay una segunda historia que es
pergeñada por tozudos periodistas, intelectuales y hasta algunos artistas,
quienes se dedican a rescatar aquellos valores de quienes no lograron anheladas
victorias y están ahí cual fantasmas esperando que los invoquen y escuchen
nuevamente sus cuitas.
Eso lo recordamos porque en Venezuela sobran loas para quienes llegaron
o coronaron sus proyectos, bien políticos, sociales, económicos o simplemente
culturales. Nadie evoca, para citar un caso, a quienes perecieron por sus ideas
políticas revolucionarias, salvo el caso de un grupo de testarudos
teatreros del estado Portuguesa quienes se propusieron rescatar una faceta histórica
de las guerrillas de los años 60 y mostrarla ante su público, porque quienes no
conocen su pasado no pueden proyectar su futuro ni menos aún evaluar su
presente.
Eso ha sucedido con la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, que,
bajo la creativa dirección de Carlos Arroyo, la estrenó en Guanare, el 15 de
julio de 2012, como la cantata popular Argimiro Gabaldón…por los caminos de
la libertad , con decantados y poéticos textos y desgarradas líricas
de Tomas Jurado Zabala (ahora vive y trabaja en México y las precisas partituras de Javier Medina, con la cual realizaron
más de 50 funciones en escenarios de Portuguesa, Lara, Trujillo y ahora será representada
de nuevo en Caracas porque los restos de Chimiro serán llevados al Panteón Nacional
este 15 de julio.
UN LUCHADOR
Gracias a Carlos
Arroyo y su fogoso equipo de artistas y técnicos está en la escena venezolana
una de esas raras cantatas de raigambre popular, espectacular montaje que
reconstruye poéticamente aspectos del periplo vital de uno de los grandes
luchadores por la libertad en Venezuela: Argimiro Gabaldón Márquez. Él,
en 1958, planteó la idea de otras formas de lucha; explicaba que las revoluciones no
eran un cambio de líderes políticos sino una transformación
de sistemas, y se entregó a una guerra de guerrillas, donde pereció.
¿Qué podemos decir de esta cantata sobre sucesos venezolanos? Que cuando la vimos ( 2 agosto de 2014, en el teatro Nacional de Caracas) nos remitió a la Cantata de Santa María de Iquique del chileno Luis Advis -basada en sórdida masacre, ejecutada por militares, en una escuela en una escuela al norte de Chile- interpretada y actuada (desde 1969) por el grupo Quilapayún y Héctor Duvachelle; pero la nuestra, Argimiro Gabaldón….caminos de libertad , tiene una musicalización más viva, porque son sones de negros, además de sobrias coreografías (creaciones de Yorman Mejías y Alberto Ravara), actuaciones y polifacéticas tareas escénicas de sus diez intérpretes, por lo que se muestra en el escenario resulta espectacular; no solo por el trepidante ritmo popular venezolano, de principio a fin, sino por la fuerza de su relato y la desgarrada poesía de sus textos, todo dentro de una iluminación que estremece los sentidos.
De verdad, que ningún venezolano puede presenciar aquello sin que le estremezca el corazón, para decirlo coloquialmente, porque es una poética aproximación a la historia comprimida del Comandante Carache, quien predicaba y luchaba por conceptos como: “Somos la vida y la alegría en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”. Todo un auténtico poeta y hombre de pensamiento elevado, líder fundamental del movimiento revolucionario de los años 60.
¿Qué podemos decir de esta cantata sobre sucesos venezolanos? Que cuando la vimos ( 2 agosto de 2014, en el teatro Nacional de Caracas) nos remitió a la Cantata de Santa María de Iquique del chileno Luis Advis -basada en sórdida masacre, ejecutada por militares, en una escuela en una escuela al norte de Chile- interpretada y actuada (desde 1969) por el grupo Quilapayún y Héctor Duvachelle; pero la nuestra, Argimiro Gabaldón….caminos de libertad , tiene una musicalización más viva, porque son sones de negros, además de sobrias coreografías (creaciones de Yorman Mejías y Alberto Ravara), actuaciones y polifacéticas tareas escénicas de sus diez intérpretes, por lo que se muestra en el escenario resulta espectacular; no solo por el trepidante ritmo popular venezolano, de principio a fin, sino por la fuerza de su relato y la desgarrada poesía de sus textos, todo dentro de una iluminación que estremece los sentidos.
De verdad, que ningún venezolano puede presenciar aquello sin que le estremezca el corazón, para decirlo coloquialmente, porque es una poética aproximación a la historia comprimida del Comandante Carache, quien predicaba y luchaba por conceptos como: “Somos la vida y la alegría en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”. Todo un auténtico poeta y hombre de pensamiento elevado, líder fundamental del movimiento revolucionario de los años 60.
CONTRA LA TRISTEZA
Y LA MUERTE
Argimiro Gabaldón, reconocido Comandante Carache o Chimiro (Biscucuy, 15 de julio de 1919/ El Tocuyo, 13 de diciembre de 1964), fue un intelectual y político revolucionario que se alzó en armas contra el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964), presidente famoso, entre otras cosas, por su lema “disparar primero y averiguar después”, quien dejó un impresionante saldo de muertos, presos políticos y torturados, lo cual sirvió para la radicalización del movimiento de izquierda en Venezuela.
Cuentan que Chimiro era integro, fogoso y valiente como guerrillero, estratega y de encendido discurso revolucionario. Militante desde muy temprana edad del Partido Comunista de Venezuela, fue fundador de la primera célula del PCV en El Tocuyo (1934) y además un público luchador social, defensor de los derechos humanos, agricultor, alfabetizador, poeta, artista plástico, profesor de artes plásticas, matemáticas, historia, dirigente campesino. Entendió que había que conocer la historia de su país para poder actuar sobre ella, y se dedicó a formular preguntas y encontrar respuestas. Chimiro sumó su pasión por el periodismo, la novelística, el cuento y la poesía. Las circunstancias lo hicieron guerrillero y a comienzo de los años 60 sube a las montañas, siendo fundador, junto con otros camaradas, y conductor del Frente Guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
Se atribuyó su muerte a un accidente, debido al escape de una bala venida del arma de otro compañero de lucha, el Comandante Zapata, aquel 13 de diciembre de 1964. Los poetas dicen que a Chimiro le dolió morir de bala amiga, morir a destiempo, cuando apenas se iniciaba el camino duro del que tanto había hablado y para el cual tanto se había preparado. Dejó viuda y cuatro hijos, pero además ejemplo y leyenda de guerrero en “tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”.
POEMA
No permitas que tu dolor se esconda
Argimiro Gabaldón, reconocido Comandante Carache o Chimiro (Biscucuy, 15 de julio de 1919/ El Tocuyo, 13 de diciembre de 1964), fue un intelectual y político revolucionario que se alzó en armas contra el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964), presidente famoso, entre otras cosas, por su lema “disparar primero y averiguar después”, quien dejó un impresionante saldo de muertos, presos políticos y torturados, lo cual sirvió para la radicalización del movimiento de izquierda en Venezuela.
Cuentan que Chimiro era integro, fogoso y valiente como guerrillero, estratega y de encendido discurso revolucionario. Militante desde muy temprana edad del Partido Comunista de Venezuela, fue fundador de la primera célula del PCV en El Tocuyo (1934) y además un público luchador social, defensor de los derechos humanos, agricultor, alfabetizador, poeta, artista plástico, profesor de artes plásticas, matemáticas, historia, dirigente campesino. Entendió que había que conocer la historia de su país para poder actuar sobre ella, y se dedicó a formular preguntas y encontrar respuestas. Chimiro sumó su pasión por el periodismo, la novelística, el cuento y la poesía. Las circunstancias lo hicieron guerrillero y a comienzo de los años 60 sube a las montañas, siendo fundador, junto con otros camaradas, y conductor del Frente Guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
Se atribuyó su muerte a un accidente, debido al escape de una bala venida del arma de otro compañero de lucha, el Comandante Zapata, aquel 13 de diciembre de 1964. Los poetas dicen que a Chimiro le dolió morir de bala amiga, morir a destiempo, cuando apenas se iniciaba el camino duro del que tanto había hablado y para el cual tanto se había preparado. Dejó viuda y cuatro hijos, pero además ejemplo y leyenda de guerrero en “tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”.
POEMA
No permitas que tu dolor se esconda
Oblígalo a salir
desnudo a que combata
Que empuñe el
fusil y la granada
Que anime la
marcha
Que estalle en un
grito en el asalto
Que ría y que
cante en la emboscada
Tu pena y mi pena
y la de todos
Es una sola pena
militante
Armada es el fuego
que arde en la alborada
La revolución que
avanza desbordada
Hacia el milagro
de las cadenas rotas
Y el gran
sufrimiento se tornará alegría
Emergerá del fuego
un mundo diferente
Será el llanto
detenido
Y dejará la sangre de correr asesinada
Se esparcirá la
risa
Y los niños puros
como pájaros
En vuelo llenarán
los parques con sus gritos
Y nosotros
estaremos allí, ¡seguro que estaremos!
Como una llama
ardiendo eternamente
Somos la vida y la
alegría
En tremenda lucha
contra la tristeza y la muerte
¡Venceremos
camaradas! ¡Unidos venceremos! A.G.M.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario