El teatro se basa en la vida y hace propuestas para pensar y hasta soñar con planes. |
Terminó la
primera temporada de Terror, drama del dramaturgo
Ferdinand von Schirach (Múnich,
1964), exhibida en el Trasnocho Cultural, bajo
la pulcra dirección de Héctor Manrique, quien además actuó al lado de María
Cristina Lozada (sustituida después por Julie Restifo), Sócrates Serrano,
Martha Estrada, Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez, María José Castro y
Eduardo Pinto, en una perfecta producción de Carolina Rincón para el Grupo
Actoral 80.
Este educativo
y muy bien actuado espectáculo, que comenzó el 8 de julio y culminó el pasado 2 de octubre, es la saga de un avión civil con 164
personas que es derribado por una nave militar para impedir que sus
secuestradores lo estrellen contra un estadio de fútbol con 70 mil
espectadores. Las autoridades alemanas le abren un juicio al piloto, el
mayor Lars Koch, para que sea sentenciado: inocente o culpable, por un jurado
popular. A partir de esa suceso de ficción se desarrolla un proceso el cual
culmina con un veredicto por parte del público que recibe sendas tarjetas para
votar: Inocente o Culpable, para liberar al piloto acusado o mandarlo a la
cárcel. Se transforma así al “crítico de las mil cabezas” en un colectivo que perdona
o condena a los personajes teatrales. Aquí
en Caracas las votaciones fueron: 7280 Inocentes y 4500 Culpables, tras 43
funciones.
Creemos que el mayor mensaje de esta pieza, según el sicólogo y actor
Sócrates Serrano, sobre lo que debemos reflexionar como espectadores, es sobre lo acorralados que
estamos ante el terrorismo y su “magnífica” estrategia para llevarnos al campo
de la violencia. El que Lars Koch sea culpable o inocente, son caminos para resolver
el final de la historia, pero lo que hay detrás del texto de Schirac es lo
virginales que podemos ser o dejar de ser ante el terrorismo en cualquiera de
sus manifestaciones, el cual puede aparecer cuando menos se le espera.
El publico caraqueño ya descubrió lo que ocurre con este espectáculo y
llega a la taquilla preguntando “cuál es la obra donde podemos votar” y tras hacer
sus cálculos acepta someterse a tan singular ceremonia teatral cuya duración supera los 90 minutos, sin contar el proceso
de votación. ¿Cómo votar? ¿Qué pensará después al regresar a sus hogares?¿Estamos preparados para una situación similar?
Terror inicia su segunda temporada, hasta el 11 de diciembre, porque el morbo gusta, sea como sea.
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