Aníbal Grunn otra vez combate por la cultura venezolana, desde Guanare. |
Actor, director y dramaturgo son algunas de la facetas del artista Aníbal
Grunn, quien ahora aparece como autor del libreto Zamora pasó por aquí, el cual
será hecho espectáculo teatral por Carlos Arroyo y exhibido desde el 30 de
marzo en Barinas y después ira a Cojedes, Falcón, Los Teques y llegará hasta
Caracas, como una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo
Caldera.
Grunn, cuyo verdadero apellido es García, desde Guanare, explica que como hombre de teatro ha desarrollado en “estos más de 50
de vida artística varios roles: actor, director, profesor, escritor… en todos y
en cada uno de ellos siempre me siento cómodo. No puedo escoger ninguno en
especial. En cada uno aplico el mismo rigor, la misma disciplina, las mismas
ganas y la misma fuerza. Creo que un verdadero artista no debe limitarse a
desempeñar un solo papel en esta vida, uno debe exigirse más, proponerse más,
realizar más y en diferentes acciones. El placer, la auténtica satisfacción,
llega cuando puedes cumplir con tus metas. Cuando vences tus propios desafíos”.
¿Qué pasa
con ese nuevo texto sobre Ezequiel Zamora?
Zamora, como tantos personajes de la
historia latinoamericana, es tratado bien o mal, dependiendo del gobierno de
turno. Y como tantos héroes que lucharon por una Independencia, una Libertad y
unas reivindicaciones sociales, humanas y políticas, muere violentamente y
desaparece para la Historia, dejando una huella imborrable, en la gente del
pueblo. De ese pueblo que defendió. Su vida, desde hace mucho tiempo me resultó
muy atractiva. Tuvo demasiados detractores e incluso en nuestro mundo
contemporáneo se lo intentó borrar o disminuir en su lucha. Pero, como dice
Fernando de Rojas en su inmortal obra La Celestina: Cada uno habla de la feria,
según le va en ella. Es importante contar la historia de este hombre, un hombre
que en solo 11 meses se transforma en un verdadero héroe nacional. Porque, si
bien el Valiente Ciudadano había comenzado desde muy joven, una lucha por las
reivindicaciones sociales en Cúa, su tierra natal, es recién, en febrero de
1859, cuando regresa del exilio en Curazao, que se pone al frente de la Guerra
Federal. Y 11 meses después, el 10 de enero de 1860, muere traicionado por una bala
que, aunque la historia lo niegue, tiene nombre y apellido, y viene signada por
las ansias del poder. Zamora es traicionado y enterrado en el mismo sitio donde
muere. Muchos años después, sus restos son trasladados al Panteón Nacional,
pero dice la leyenda que esos no son los verdaderos. Que su cuerpo reposa en el
estado Miranda. Para poder escribir esta cantata, titulada: Zamora pasó por aquí,
(un guiño sutil al libro de José León Tapia: Por aquí pasó Zamora). Tuve que
leer más de una docena de libros, investigar, asesorarme y tratar de ser lo más
objetivo posible. No es fácil lograr esto, ya que uno también es humano, tiene
sus ideas y sus propios pensamientos. Pero entendiendo que el público es quien
debe escuchar y juzgar los hechos, intenté contar parte de la vida de ese
extraordinario hombre, haciendo énfasis fundamental en el momento de su muerte,
la cual es contada en varios momentos y desde que se fragua la traición. Me
tocó además, cosa que poco he hecho, escribir la letra de varias canciones, eso
me llena de satisfacción, porque me confirma que cuando uno quiere, puede.
¿También lo actúa, y quienes lo hacen
o interpretan?
Esta es una producción de la Compañía
Nacional de Teatro, con parte de su elenco estable, ese de donde salió el
actual elenco de El pez que fuma, La dirección es de Carlos Arroyo, quien me
indujo realmente a escribir el texto. En esta oportunidad, no actúo, solo
escribo y podré disfrutarlo el día de su estreno. Es muy interesante cuando
oyes lo que has escrito y lo ves montado o dirigido por otra gente.
¿Cuántas
obras has escrito o versionado en Venezuela y cuál ha sido la
más satisfactoria?
Entre tantas cosas que he hecho en esta larga vida, y voy rumbo hacia
los 70, eso espero, debo confesar que me produce mucho placer escribir. Pero
mucho más cuando versiono y sobre todo, cuando cambio de género. Es decir, si
tomo la narrativa y la llevo al lenguaje teatral, eso me encanta. Recuerdo con
mucha precisión que eso fue lo primero que hice, siendo muy joven, no tendría
más de 15 años, cuando llegó a mis manos una novela romántica, sobre la tiranía
de Rosas y la historia argentina y me apasionó de tal manera, que yo, que aún
estaba empezando en el teatro, me propuse versionarla y lo logré. El recuerdo
es que era muy compleja, con más de 30 personajes, pero como ejercicio me
sirvió muchísimo. Desde ese momento hasta hoy no he dejado de hacerlo. Del
mismo modo que escribo textos originales o hago adaptaciones de otras obras
teatrales a nuestra geografía, a nuestro entorno o a nuestra época. Son muchas
las obras adaptadas, versionadas y originales que tengo. Algunas montadas ya,
otras en proceso, en fin, la dramaturgia me gusta y es uno de mis fuertes.
Quizá la más rica experiencia la tuve con Mi planta de naranja lima, sobre la
novela de José Mauro de Vasconcelos, que estrenáramos en el año de 1997, con la
Compañía Regional de Teatro de Portuguesa. Y que por cierto en julio de este
año se estará montando en Buenos Aires, bajo la dirección de Jesús Gómez.
Versionar Mi planta… fue una solicitud que me hizo Carlos Giménez, quien
no pudo verla por las razones que todos conocemos. Para Rajatabla también
escribí mucho: El coronel no tiene quien le escriba, Peer Gynt y Fuenteovejuna,
entre otras. Una de mis grandes experiencias fue escribir La tregua, de Mario
Benedetti. Una novela que es un diario, la transformé en una obra con más de
nueve personajes. Y ahora, Carlos Arroyo está dirigiendo una versión de mi
versión, también hecha por mí, solo para dos personajes. Es decir ya me
versiono a mí mismo. Tengo textos para adultos, comedias, infantiles, en fin,
todo lo que pase por el teclado de mi computadora es bienvenido. Yo estoy
escribiendo todo el tiempo, no paro, soy una maquinita y eso a mis 69 años -tenía
un poco más de 30 cuando me vine desde Argentina- me mantiene con mucha energía
y vitalidad.
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