Preguntamos a Eduardo Viloria Díaz, productor y director del
espectáculo Bodas de sangre, correctamente basado en el texto original de Federico
García Lorca, pero ambientado en las llanuras venezolanas, quienes son los que
lo acompañan en esa poco frecuente aventura cultural, la cual hace temporada en la sala Humboldt y después
ira a los espacios del BOD.
Y él el, sin dudarlo nos dio la lista de la gente
que lo acompaña. Ellos son: Martha Estrada, Valentina
Garrido, Asdrúbal Blanco, Egon Ilka, Nelson
Lehmann, Marisol Matheus, Gonzalo Velutini, Bárbara
Ares ,Jennifer Flores, Sheila Monterola, Belinda Lozada, Verónica Meneses, Verónica
León, Lady Herrera, Vittorino Leal, Miguel
Ángel Treccia, Javier González, Jhonaz, Alfredo Gutiérrez, Rudyard
Villalobos, Jonnathan Montenegro, Alfredo Gutiérrez, Erling Paiva, Alejandro Velázquez,David Blanco,Manuel Troconis,Jonnathan
Montenegro, María Gómez,Eliana Barrios,José Michelli, Eduardo “Bigote” Belisario,
Víctor Grillet y Yorkis Díaz
Viloria Díaz reconoció que al teatro
llegó por un mero movimiento del destino en 1994, “conté con la fortuna de
acercarme a Rajatabla, primero como amigo, luego como colaborador y finalmente
formé parte de ellos, fui imbuido por esa magnífica centrifuga que era ese
ambiente donde el hecho de la creación colectiva me pareció un descubrimiento
equiparable al de la rueda y me dije “¡eureka!”, conseguí de la mano de
personas como Daniel López quien me dijo siempre vas a estar donde tú quieras estar, y
ellos son: David Blanco, German Mendieta; Ingrid Muñoz, Andrés Vásquez,
Wilfredo Tortosa, José Roberto Díaz, Rufino Dorta, Gerardo Luongo, Wilfredo
Torres y un montón de compañeros una auténtica camaradería y de los que recibí
valiosas enseñanzas. También debo agradecer a Daniel Uribe con quien trabajé
mucho y consolidé una gran amistad. Deseo eso sí, manifestarte que aunque nunca
trabajé formalmente con ellos, me sentí, porque así me lo hicieron sentir, un
miembro de otra compañía a la que admiro mucho, es la gente del Grupo Theja,
disfruté mucho de verlos y compartir en sus procesos creativos, José Simón
Escalona y Angélica eran unas estupendas fuentes de conocimiento y de eso
siempre estaré agradecido. Desde hace mucho mis caminos se alejaron del teatro
y me dediqué a trabajar en televisión, publicidad y principalmente en el cine,
pero justo desde hace un año, me centré en retomar y como el hijo prodigo que
retorna a la viña, he sido recibido afectuosamente por ese padre amoroso y
comprensivo como lo es el teatro. Hoy te puedo decir que hago teatro porque
siento la necesidad de la libertad y la simplicidad con la que se sintetiza la
creación, ha sido una vuelta francamente satisfactoria”.
No queda duda alguna que esta versión a la venezolana
de la española Bodas de sangre es
excelente. Hay actuaciones de premio y lo mejor de todo es el ritmo y la feliz combinación
de las atmósferas realistas con la sub realidad,
con la ficción, con la fantasía. Ahí estaba el ánima de García Lorca en una
fiesta matrimonial del llano venezolano. Eso es todo.Una calidad profesional como pocas veces hemos visto.
Y Viloria Díaz nos insistió que lo que
persigue hacer no es desde la premisa
individual, “porque nada hay más
grandioso que un grupo de personas que juntas pueden producir algo que se
encona en la mente y el sentir del público. Es por esto que decidimos formar la
compañía Teatro del Buen Paso, buscando a pesar de la casi imposible situación
que el espíritu de los grupos teatrales resurja en algún momento. Este proyecto
cuenta, muy particularmente con con Valentina Garrido, Gonzalo Velutini, Nelson
Lehmann, Asdrúbal Blanco y Yorkis Díaz. Gracias a todos ellos”.
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