Aníbal García o el popular Aníbal Grunn escribió su segunda pieza |
Por Cantaura, que encabeza el grupo de los cuatro textos finalistas del Premio de Dramaturgia
Apacuana, organizado por la Compañía Nacional de Teatro, que dirige Carlos Arroyo,
la historia política de esta patria que hemos adoptado saltó nuevamente al escenario.
No sabemos qué pueda ocurrir o desencadenar, lo único cierto es que la escribió
el teatrero Aníbal García (más conocido como Aníbal Grunn), otro inmigrante
latinoamericano en estas tierras de Andrés Bello, Simón Rodríguez y el legendario
Simón Bolívar.
Cuenta Grunn que durante el año 1981, “en
conmemoración del bicentenario del natalicio de Andrés Bello y siendo yo
director de teatro de la Universidad Simón Bolívar, en el núcleo de Naiguatá,
escribí una obra sobre el mencionado personaje. La envié a un concurso que
había abierto el Ministerio de Educación. Con mucho beneplácito para mí, resulté
ganador. La obra, titulada A tu amada sombra,
maestro, fue premiada con una medalla de reconocimiento y el montaje
teatral en la Casa de Bello. Fue una extraordinaria experiencia, con los
actores de la universidad y Elio Palencia como protagonista”.
Admite que desde que tiene uso de razón
“escribo y versiono obras de la literatura universal al teatro. Varias veces me
he presentado a concursos de dramaturgia, de literatura y nunca más gané nada,
ni siquiera figuré o no supe que pensaban los jurados sobre mis escritos”.
¿Pero al parecer hubo una segunda vez?
Si para este año 2019 tuve el atrevimiento de
hacerlo para el premio Apacuana de la Compañía Nacional de Teatro. Y escribí a
dos manos, ya que esto no lo saben los miembros del jurado, la pieza Cantaura y cuando digo que la escribí
a cuatro manos es literalmente así. Mucho antes de saber lo del premio,
leí un cuento de Luis Britto García, titulado La carta y me gustó mucho. En él se cuenta una historia profundamente
conmovedora, sobre una carta que nunca llegó a las manos del destinatario. Además,
en octubre de 1982, como ilustración a la siniestra masacre de Cantaura, por
manos del gobierno de turno, se publicó en el diario El Nacional, la letra de una canción que fue escrita con amor y
nunca llegó a manos del enamorado. Impresionado por la historia, le propuse a
un compañero y ex alumno Yonder Carrizales, que escribiéramos a cuatro manos
sobre el tema. Preparamos una escaleta y nos pusimos a desarrollar las escenas.
¿Cómo es o qué plasma esa Cantaura a cuatro manos?
La obra en cuestión ubicada en el año
2009, cuenta la historia de tres compañeros, ex - guerrilleros, que en el año
1982, estuvieron involucrados en el tema de Cantaura y ahora, forman parte del
proceso revolucionario, como directivos de un colegio público. Luchando desde
hace nueve años contra la corrupción, la vagabundería de los obreros, los
docentes inescrupulosos que viven de reposo en reposo y tantos temas que
afectan la educación. En medio de esas discusiones recuerdan sus luchas desde
hace tantos años como guerrilleros y por supuesto la masacre de Cantaura, que
aún, pese a todo no se ha podido aclarar y sigue siendo un tema tabú para
muchas instituciones.
Subraya Aníbal Grunn que “el tema de
Cantaura, como el tema de El Amparo, otra masacre, y como tantas cosas que en
este país preferimos olvidar y no meternos en profundidades, me llaman mucho la
atención. Creo que el arte está para eso, para denunciar, para exponer, para
mostrar, aunque no debe aportar soluciones, para que todo lo que se diga sea
reflexivo, no complaciente ni cómodo. Es necesario que el teatro genere cierto
picor, al igual que el cine, la literatura y toda expresión de artistas
comprometidos con un país y con un pueblo.
¿Teatro político pues es el que han escrito?
Creo que todo teatro es político, sea
serio, dramático, cómico o banal, como suele ser ese teatro complaciente que en
algún momento se llamó “comercial” equivocadamente o con intenciones de
separarlo del teatro de arte. De la misma forma que todo teatro tiene arte, y
lo único que podemos criticar es su calidad. Todo tiempo es bueno para las
reflexiones, sobre todo en épocas de crisis sociales, políticas y económicas
como las que estamos viviendo en el mundo, en este momento. Por supuesto
nuestro país no puede vivir fuera de esta realidad.
¿Y dónde quedan las comedias?
Lamento profundamente no tener mucho
sentido del humor para escribir comedia, hay gente que lo sabe hacer y muy
bien. Aunque me encanta la comedia, tanto
como actor y como director, me cuesta mucho escribir con humor, no tengo esa
condición. Me producía placer aquel programa humorístico de RCTV “Radio Rochela”,
donde se criticaba todo con un gran sentido del humor.
Recuerda Grunn que del mismo modo hay grandes dramaturgos que utilizan
el humor para hacer críticas profundas. “No nos olvidemos del sainete, talentos
como Job Pin, Leoncio Martínez, Rafael Guinand y nuestro Aquiles Nazoa. Pero
ahora vemos eso como lejano, de otro tiempo, casi como folclórico. Da tristeza,
ya no hay buenos comediantes. Importante recordar que la comedia nace en Grecia
como contrapunto de la tragedia, escritores de la talla de Menandro y
Aristófanes nos han dejado un legado muy grande en la historia del teatro
occidental. Y ellos siempre criticaban las situaciones sociales y/o políticas
de su país”.
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