Juliana Cuervos es la madre venezolana que muere en su lucha pero las dejas encaminadas, |
Las mujeres venezolanas, o en general las hispanoamericanas para no
irnos tan lejos, son los verdaderos motores de sus sociedades. Por lo general,
son solteras o abandonadas y con dos o tres hijos, casi siempre de padres
diferentes. Asumen trabajar y educar a su prole, además de superar todos los conflictos que les brotan en los
caminos, pero gran parte de ellas llegan al final de sus proyectos familiares. Hay,
por supuesto, hogares con padre y madre entregados a la lucha cotidiana, pero
son minoritarios en número, como para reiterar que las damas son las que sí le
echan ovarios a la crianza, y que me perdonen el lenguaje, pero conocemos muchísimos
casos y no estamos difamando.Ademas la verdad no ofende.
Ya la literatura, la televisión y el cine han tomado diversas
historias particulares de esas mujeres y sus hijos y las han plasmado, casi siempre
magistralmente, porque sus autores captaron las esencias de algunos de esos rocambolescos
dramas y los han llevado, con depuradas creaciones
artísticas, ante sus comprometidas y sensibles audiencias para hacer catarsis
colectiva.
Falta aún el gran ensayo sociológico sobre esa gran pelea, y la
metáfora quizás se quede corta, que
tienen que librar esas hembras para labrarles el camino a sus descendientes. Quizás
eso cambie con el tiempo y con la reeducación de las sociedades, porque la
razón o la sinrazón de ese drama hasta
ahora, son los hombres que no constituyen el hogar como tal y abandonan a las
hembras y las crías a su suerte, o quizás ellos también son las victimas irredentas de una cadena de desatinos
culturales que nadie hasta ahora ha podido
controlar y encaminar por otros senderos.
BOXEO FEMENINO
Mientras llegan esos cambios, el cine venezolano hace lo suyo, y muy
bien, como es el caso del cineasta Luis Cerasa –hijo de inmigrante y de una
indígena pemona- quien despues de dos
años de complejos trabajos ha logrado culminar y llevar a los cinematógrafos
venezolanos su película La gran pelea,
ambientada en Anaco, donde plasma la historia de una madre (Marielena), vendedora
de pescado, cardiópata, y madre de dos muchachas (Helena y María), cuya pasión
es el boxeo porque lo entrenan y hasta compiten semi profesionalmente; pero
María ha escogido ser músico del Núcleo de Anaco del Sistema Nacional de
Orquestas.
Estas tres mujeres viven en un barrio miserable y están en la mira de
una mafia femenina de traficantes de cocaína y además son utilizadas por otra mafia de apostadores
ilegales en las peleas de boxeo. Y, lo mas grave, son las desavenencias entre la
madre y sus hijas, aderezado por relaciones sexuales juveniles y otoñales, además
de una cierta pasión lésbica de “La diabla”,
siniestra deeler, que lleva los celos, la sangre y la muerte al entorno de las tres mujeres.
Helena, conocida como “La Ruda”, por su descomunal fuerza de sus
golpes, insiste en ser boxeadora profesional y María se va a Mérida para proseguir su aprendizaje en el Núcleo del
Sistema. La madre muere y sus hijas se separan pero quedan unidas para siempre.
Una peleando con sus rivales y la otra con las partituras y los extenuantes
ensayos. Sendas peleas personales que se suman a la gran pelea que les impone
una sociedad machista, no solo en el mundo de la ficción cinematográfica.
DRAMA FAMILIAR Y ALGO
MAS
La historia familiar es el centro del filme y las sagas paralelas de
las narcotraficantes y la corruptela de los entrenadores boxísticos, además de los complejos romances de María, son la pimienta, pero lo
mejor no esta en los textos de los personajes ni en sus conflictos, sino en lo
que la realista cámara muestra, cual
documental sociológico: la miseria que ronda a todos los habitantes de Anaco,
la violencia a punto de estallar por la carestía, el calor y el sexo de todos
los personajes que bulle cual una caldera, los apagones por la crisis de la energía eléctrica y la crítica a
la presencia de personajes extranjeros.
Todo eso es como la salsa que le da verdadero y auténtico sabor criollo a toda la película. Y
lo convierte en una proclama a favor de todas las mujeres venezolanas que día a
día luchan por salir adelante, aunque las maltraten y las abandonen, porque son
patéticos los comportamientos de los
padres de las dos muchachas, a uno lo
matan para robarlo y al otro lo agarran
copulando con la madre de “La Ronca”.
Ahora Cerasa y su gente deben dar otra gran pelea: llevar al película
a las salas, y esto será a partir del próximo 28 de mayo, y luchar o convencer para que vaya el público y saboree
ese drama con final abierto de tres hembras criollas.
FICHA TÉCNICA
Dirección y Guión: Luis Cerasa. Asesor de Guion: Henry Herrera, Producción Ejecutiva:
Rodando Films Productor Ejecutivo: Carlos
Malavé. Producción General: Escuela de Cine en Formación (UCPA Morrogallo). Productor General: Luis Cerasa. Co-producción: Centro
Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Fundación Villa del Cine y Sudameris Films. Director de Fotografía: Carlos
Pedras. Director de Arte: Mailyn Guevara y Gio Rangel. Sonidista: Yerjhon
López, Juan Molina Prado. Edición y Montaje: Javier Beltrán y Luis Cerasa. Post
producción: Bolívar Film. Música: Unai Bolívar.Sonido:
Juan Molina y Yerjhon
Lin. Dirección de Actores: Enio Velásquez.
FICHA
ARTÍSTICA
Estas mujeres no solo actuaron sino que vivieron varias semana bajo el tórrido sol de Anaco e hicieron posibles sus personajes, a sabiendas que sus personajes son los símbolos de muchas hembras criollas.Nos referimos,pues, a Juliana Cuervos (Mariaelena), Andreína Calderon (Helena), Ronnelys
Guevara (María), Yulyannys Medina (La Diabla), Maria Uriarte (Yadira).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario