El elenco del 2017 para "Reina pepeada" |
Este 2017
oferta para su primer mes teatral una obra de Román Chalbaud, ya estrenada hace
21 años en el Ateneo de Caracas. Se trata de Reina pepeada, que hará temporada desde el 18 de enero en el Centro
Cultural BOD, con la cual demostró, una vez más, que es el gran dramaturgo de
proyección verdaderamente nacional. Logró, como lo escribimos para ese
entonces, a través de su argumento y sus personajes, francamente delineados,
una visión amplia y objetiva de Venezuela, sin caer en compromisos ideológicos
y sociales. Con esta pieza, como lo hizo en su textos anteriores y posteriores,
exhibió su mapa personal sobre este país, el cual ahora, más que nunca, muestra
su gran vigencia, particularmente, porque plasma la descomposición humana
surgida en sus ciudades y su insistencia en desmitificar a la sociedad
venezolana a partir de sus personajes marginales y marginados, vistos con
compasión e ironía.
Reina pepeada nace de una visita que Chalbaud hizo durante 1995 al
centro de Caracas para registrar el guión de su película Pandemónium. Como era de mañana y no habían abierto la oficina del
Registro Civil, se metió en una arepera, ubicada al lado del Cine Ayacucho, frente
a la sede del Congreso de la República, para comerse un arepa de “Reina pepeada”
(mucha mayonesa, pollo y aguacate);estando ahí vio y detalló mucho más al histórico edificio del Capitolio Federal y
se le ocurrió hacer, precisamente, una pieza teatral que trascurriera en un
local tan singularmente ubicado, como la arepera de marras; los detalles de los
personajes y sus conflictos los creó y pergeñó después.
EL PASADO SE
HACE PRESENTE
Todo eso es lo que el público de esta Caracas del 2017
podrá apreciar en este nuevo montaje de Reina
pepeada, comedia de un acto único de 100 minutos y un solo ambiente, la
cual transcurre en el año 1996, dentro de una arepera caraqueña, ubicada frente
al Congreso Nacional. Cuando empieza la obra, se realiza una manifestación en
las inmediaciones del Capitolio Federal, que es reprimida con disparos y gases lacrimógenos,
por lo que la arepera no puede abrir para recibir a su clientela.
A través de sus dueñas, quienes llegaron del interior
del pais a finales de los años 50, el autor plantea una revisión de los
acontecimientos políticos de todas esas décadas. Ellas, la hiperadeca Casilda,
que funge de cocinera, y su hija Reina (engendrada por un sargento del ejército,
enemigo de Rómulo Betancourt) la cajera, han luchado mucho para mejorar
económica y socialmente. Reina ha tenido muchos amantes que la chulearon y el último
es Benito; algunos congresantes que se acercaron antes a esa arepera quisieron
tener relaciones con Reina, las cuales nunca aceptó, pero en el momento que empieza
la obra, esta arrepentida, porque su vida habría cambiado si hubiera aceptado
convertirse en secretaria de algunos de esos diputados o senadores. Estas dos
mujeres tiene como empleado a Juan de Mata, un homosexual que para redondearse la
quincena trabaja como travesti en un centro nocturno y quien sueña ser un afamado
escritor porque pergeña una novela testimonial sobre todas sus vicisitudes existenciales.
Durante la mañana de un lunes, Reina vuelve a recibir
a Benito, el marido del que se había separado después de descubrir que la engañaba,
así mismo Juan de Mata le confiesa a Casilda (fanática de Betancourt) que vive
un tórrido romance con un agente de policía y sin que lo esperaran aparece
Alberto, el hijo malandro de Reina, quien muy a su manera defenderá a su madre de
las intenciones nada honestas de Benito y su amigo Jeremías, para despojarla de
tres mil dólares que tiene ahorrados.
GRAN SAINETE
Reina pepeada es un gran sainete sobre esa sociedad venezolana de
fin de siglo XX donde el amor es la mayor carencia de sus habitantes, al mismo
tiempo que compite con el afán de conseguir dinero por parte de su gente, por
lo que están dispuestos a todo, incluso a prostituir sentimientos y cuerpos y
asumir mascaradas o engaños. El autor para balancear la situación melodramática
y/o cursi de la madre Casilda, quien ha visto el derrumbe de sus ideales de una
sociedad justa como la predicó Betancourt, y la hija Reina que ha palpado y saboreado
como se erigió una democracia que se corrompió y ahora devora a sus mismos creadores, presenta a un singular homosexual old
fashion o loca, estereotipado ser entre cómico y patético como parodia de lo
que pueda llegar a ser una libertad mal
entendida pero que al mismo tiempo es honesto y enamorado de la vida y del amor, al cual toca fugazmente a riesgo de quemarse con él. Es, quiérase o no, el único personaje
masculino digno de la obra, ya que los otros hombres son villanos de poca monta
y con diversos niveles de degradación.
Con Reina
pepeada, nuevamente, Chalbaud desarrolló sus temas predilectos: la
marginalidad social, la relación madre-hija, la prostitución, la homosexualidad,
la chulería y la corrupción social y política, todo eso dentro de una poética
de búsqueda, y donde se manifiesta su afán de denuncia sobre la confusión de
valores y las injusticias que brotan de una división maniquea de nuestra sociedad
de buenos y malos, o sagrados y obscenos. Si el pais era el burdel de El pez que fuma, ahora es la arepera de
Reina pepeada, donde moradores y
visitantes se lastiman a incluso se arriesgan por la falta de amor y el dinero,
en este caso los temidos dólares.
Chalbaud ha proseguido con su teatro popular porque siempre
le gustó crear personajes que se puedan ver en la calle, tocar y palpar, ya que
ellos son un poco la vida del pais, el latido, el entorno de lo que está
sucediendo en estos momentos. Lo único que busca es lo que ha perseguido siempre:
hacer buen teatro, hacer reír, llorar y reflexionar a la gente que lo pondere. Su
teatro lo explica el mismo público, porque escribe para ese crítico de las mil
cabezas. Eso debe suceder ahora con Reina
pepeada, donde la arepa de la vida es solicitada con un relleno de amor en
sus diversas manifestaciones y de dólares.
21 AÑOS DESPUÉS
Este segundo montaje de Reina
pepeada se mostrará desde el proximo18 de enero en el BOD, bajo la dirección de Jorge Souki.El elenco está integrado por Norkys Batista, Caridad Canelón,
Aroldo Betancourt, Oswaldo Maccio, Carlos Sánchez Torrealba, Homero Díaz,
Djamil Jassir y Eulices Alvarado. La ficha técnica está integrada por Douglas Palumbo
en la producción ejecutiva, Carlos Díaz en la producción general, Ignacio Gorrochategui
en la producción administrativa, Ricardo Morales en la escenografía, José Jiménez
en iluminación. Lo que respecta a la música y diseño sonoro están a cargo
de José Andrés Souki, Fernando Bosch y Richard Perciante y el diseño de
vestuario es de Angélica Gómez-Castro.
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