Hay un faro artístico desde Guanare y cuidado que puede seguir creciendo. |
Prosiguen los teatreros sensatos escenificando los mejores textos de Rodolfo Santana (1944-2013) para enseñarles
a sus públicos cómo es su dramaturgia y su pensamiento comprometido con los procesos de
cambio. Gracias al V Festival de Teatro de Caracas hemos podido ver y aplaudir la reposición
de El animador, estrenado en el III Festival Internacional de Teatro de Caracas de 1978.
Ahora ha sido mostrado bajo la autoría escénica de
Carlos Arroyo, ambiciosa producción de la Compañía Regional de Portuguesa, una
agrupación que es faro del teatro regional, desde 1991, y si así prosigue será del
teatro nacional también.
Ahí, un
secuestro introduce a una saga que culmina en tragicomedia, donde se cuestiona
severamente la industria televisiva a partir de las más disparatadas reacciones
de Carlos (Wilfredo Peraza), un televidente que rapta a Marcelo Ginero (Aníbal
Grunn), presidente de un medio de comunicación para reclamarle la forma en que ha
sido afectada su vida por las telenovelas y los comerciales, desde su niñez
hasta la última relación amorosa, porque cree que es el responsable de la
programación. Estos personajes están envueltos en una peligrosa relación, donde
ambos realizan, a través de situaciones tragicómicas, una serie de eventos que
llevarán al público a la reflexión.
De esta
trama se vale Santana, para denunciar el daño que han ocasionado la mayoría de las
producciones de televisión, seriales, telenovelas, comerciales, concursos, etcétera,
en la sociedad. Se trata de un texto
crítico que propone una reflexión sobre el rol de los medios de comunicación
como actores sociales, especialmente de la televisión.
El
montaje que logran Arroyo, Grunn y Peraza es de alta comedia. Los actores están
exigidos hasta lo máximo para recrear jocosas situaciones y además derrumbar
didácticamente la estética de los sistemas de producción de las telenovelas,
especialmente, y de los concursos para burlarse de los participantes y elevar
el rating. Un gran show, con cinco pantallas de televisión, música y bandas
sonoras especiales.
Y este espectáculo
de El animador le permitió al primer
actor Aníbal Grunn retornar al escenario de la sala Rajatabla, donde terminó de
capacitarse. La última vez que actuó ahí fue en La Celestina de Fernando de Rojas, un fantástico montaje que hizo
Carlos Giménez, junto a Alexander Milic, Francisco Alfaro, Pepe Tejera, Mariú
Favaro, Javier Zapata y Jorge Luis Morales, hace 30 años. Recordar es vivir y
mientras así sea estará activo.
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