Ni César Rengifo ni Ezequiel Zamora pudieron materializar sus sueños: ver a Venezuela totalmente liberada y viviendo una autentica independencia política y económica. Se marcharon antes de tiempo: uno, intelectual, falleció el 2 de noviembre de 1980, a los 65 años, dejando una inmenso legado cultural, especialmente una copiosa creación dramatúrgica: y el otro, militar e ideólogo de la Guerra Federal, fue asesinado a traición, a los 43 años, cuando victorioso avanzaba hacia la toma del poder para darle tierras a los hombres libres, aquel 10 de enero de 1860.
Y ahora para recordar al dramaturgo Rengifo y exaltar al general Zamora en su 193 natalicio, la primera actriz Dilia Waikkarán, con el apoyo del director Henry Manganiello y las tropa de actores que ha agrupado en la fundación Ayanasmsha, se ha dedicado a montar el tríptico que sobre la Guerra Federal (1859-1863) escribiera y por eso ha escenificado ya dos piezas, Lo que dejo la tempestad y Un tal Ezequiel Zamora, y también se dispone a producir Los hombres de los cantos amargos, para cerrar así su trilogía. “Nuestro general del pueblo soberano vuelve a combatir por su gente, pero desde la escena teatral. Más no podemos hacer”, comenta la comedianta.
Dilia Waikkarán (Estado Sucre, 13 de diciembre de 1936) considera que se propuso montar la trilogía que sobre la Guerra Federal escribiera Rengifo, “porque nosotros los creadores, los intérpretes y el Estado venezolano estamos obligados a reivindicar la obra de uno de los más grandes exponentes del teatro popular y campesino en nuestro país, un autor que ha sido desechado por unos supuestos puristas estéticos”.
Pienso, añade, que “la obra teatral de Rengifo no ha sido lo suficientemente expuesta para que nuestro pueblo lo conozca y sobre todo para que la mayoría, viéndose reflejada en ella, sepa de su trayectoria, de toda su angustia y preocupación porque se realizaran cambios profundos que favorecieran a este pueblo y dignificaran a nuestros campesinos y así, comprendan la lucha que en estos momento estamos librando para lograr esa dignificación y que la apoyen. Pero lo más importante, para que la defiendan”.
“Por otra parte, cuando una se adentra y conoce el contenido de las obras de Rengifo, sus conceptos, mensajes, le duele en lo profundo que casi siempre esas maravillosas obras hayan sido presentadas mutiladas, mal producidas en algunos casos y lo más doloroso como simples actos culturales, evitando así que se difunda, que se reconozca la riqueza de estas obras, escritas por este gran hombre de las letras, la pintura, la poesía, etcétera. Yo espero, como mujer y artista, que nos dejemos de oír cantos de sirena y aprovechemos este año 2010, Bicentenario de nuestras luchas de independencias, para cancelar, con creces, este olvido en que se ha mantenido la obras teatrales de César Rengifo, pero eso sí bien montadas, bien actuadas, bien producidas y bien promocionadas”.
-¿Qué planes hay para este año?
-Planes magníficos: en primer lugar estamos ensayando, a paso de vencedores, otra obra de nuestro muy querido y admirado César Rengifo: Un tal Ezequiel Zamora, segunda de la trilogía federalista. Una vez más la Fundación Ayanamsha, que presido, al igual que con Lo que dejó la tempestad, hizo una alianza de colaboración, asesoría, apoyo y solidaridad con el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT), empeñados como estamos ambos entes en llevar esta palabra a nuestros campesinos, pescadores, comunidades y al público en general, estas obras didácticas ya que la historia no se ocupo de eso, dicen mucho de nuestras luchas, para que, como decíamos antes, comprendan, apoyen y defiendan al proceso que lleva a cabo el Gobierno Nacional. La obra será estrenada el 06 de Febrero en el Teatro Juan Bautista Plaza de Caracas, como parte de las actividades conmemorativas a llevarse a cabo en la conmemoración del 193 aniversario de su nacimiento.
-Entre nuestros planes está presentar una temporada de Lo que dejó la tempestad, en la Casa Rómulo Gallegos, para lo cual solicitamos la sala desde Agosto de 2009, debido a la gran demanda que tienen dichos espacios; también queremos hacer una temporada del monólogo Manuela Sáenz: vine a decirlo todo. También esperamos se cumpla nuestros deseos y la promesa de llevar estas obra a los países bolivarianos y los que conforman el ALBA.
Cesar Rengifo muestra en Un tal Ezequiel Zamora la influencia y poder de una clase social aristocrática y capitalista, dueña absoluta de todo lo que a su paso existe y lo que no tiene lo toma por la fuerza para así poder conservar sus prebendas, el liderazgo de la tierra, la economía productiva nacional y dejar atado de grilletes y ranchos de miseria al campesino. Y para conmemorar el 193 natalicio del héroe en Cúa, el 2 de febrero van a estrenarlo ,también dirigido por Manganiello y con la participación de Waikkarán, Aura Rivas, Frank Maneiro, Germán Mendieta, Virginia Urdaneta, Frank Francisco, Elitse Sánchez, Elvis Chaveinte, Guido Falcone, Julio Liendo, Luis Villegas, Mariana Calderón, Mariana Gil, Mauricio Maldonado y Sara Tovar.
Un tal Ezequiel Zamora transcurre durante la Guerra Federal (1859-1863) y ahí el dramaturgo recurre a la metáfora histórica para que, desde el presente, se haga una lectura de los errores que no deben repetirse nunca jamás, porque por ellos se produjo tal conflagración fraticida. Todo se instala en el hogar de una familia de la llanura barinesa antes de la definitiva batalla de Santa Inés. El trágico espectáculo, porque eso es lo ahí se muestra o se materializa, sucede en medianoche, tarde y noche de aciaga jornada, y únicamente pide que “recojan la cosecha de vientos que sembraron” los tercos caínes del guerrero.
La esclavitud
Dilia Waikkarán comenta que para los montajes se han hechos grandes esfuerzos y están seguros de que con “los argumentos bien sustentados lograremos completar, para el segundo semestre del 2010, la famosa trilogía de Cesar Rengifo sobre la Guerra Federal. Los hombres de los cantos amargos no puede quedar fuera de esta reivindicación que exigimos como cultores para nuestro Cesar Rengifo. No nos olvidemos que además de la lección histórica que necesitamos aprender sobre el héroe anónimo de estas lucha, también estamos conmemorando el bicentenario de nuestro Independencia y, con el proceso de cambio y la lucha contra el latifundio tenemos que lograr nuestra independencia productiva de la tierra para celebrar la fiesta de la culminación con éxito de la revolución alimentaria”.
Y ahora para recordar al dramaturgo Rengifo y exaltar al general Zamora en su 193 natalicio, la primera actriz Dilia Waikkarán, con el apoyo del director Henry Manganiello y las tropa de actores que ha agrupado en la fundación Ayanasmsha, se ha dedicado a montar el tríptico que sobre la Guerra Federal (1859-1863) escribiera y por eso ha escenificado ya dos piezas, Lo que dejo la tempestad y Un tal Ezequiel Zamora, y también se dispone a producir Los hombres de los cantos amargos, para cerrar así su trilogía. “Nuestro general del pueblo soberano vuelve a combatir por su gente, pero desde la escena teatral. Más no podemos hacer”, comenta la comedianta.
Dilia Waikkarán (Estado Sucre, 13 de diciembre de 1936) considera que se propuso montar la trilogía que sobre la Guerra Federal escribiera Rengifo, “porque nosotros los creadores, los intérpretes y el Estado venezolano estamos obligados a reivindicar la obra de uno de los más grandes exponentes del teatro popular y campesino en nuestro país, un autor que ha sido desechado por unos supuestos puristas estéticos”.
Pienso, añade, que “la obra teatral de Rengifo no ha sido lo suficientemente expuesta para que nuestro pueblo lo conozca y sobre todo para que la mayoría, viéndose reflejada en ella, sepa de su trayectoria, de toda su angustia y preocupación porque se realizaran cambios profundos que favorecieran a este pueblo y dignificaran a nuestros campesinos y así, comprendan la lucha que en estos momento estamos librando para lograr esa dignificación y que la apoyen. Pero lo más importante, para que la defiendan”.
“Por otra parte, cuando una se adentra y conoce el contenido de las obras de Rengifo, sus conceptos, mensajes, le duele en lo profundo que casi siempre esas maravillosas obras hayan sido presentadas mutiladas, mal producidas en algunos casos y lo más doloroso como simples actos culturales, evitando así que se difunda, que se reconozca la riqueza de estas obras, escritas por este gran hombre de las letras, la pintura, la poesía, etcétera. Yo espero, como mujer y artista, que nos dejemos de oír cantos de sirena y aprovechemos este año 2010, Bicentenario de nuestras luchas de independencias, para cancelar, con creces, este olvido en que se ha mantenido la obras teatrales de César Rengifo, pero eso sí bien montadas, bien actuadas, bien producidas y bien promocionadas”.
-¿Qué planes hay para este año?
-Planes magníficos: en primer lugar estamos ensayando, a paso de vencedores, otra obra de nuestro muy querido y admirado César Rengifo: Un tal Ezequiel Zamora, segunda de la trilogía federalista. Una vez más la Fundación Ayanamsha, que presido, al igual que con Lo que dejó la tempestad, hizo una alianza de colaboración, asesoría, apoyo y solidaridad con el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT), empeñados como estamos ambos entes en llevar esta palabra a nuestros campesinos, pescadores, comunidades y al público en general, estas obras didácticas ya que la historia no se ocupo de eso, dicen mucho de nuestras luchas, para que, como decíamos antes, comprendan, apoyen y defiendan al proceso que lleva a cabo el Gobierno Nacional. La obra será estrenada el 06 de Febrero en el Teatro Juan Bautista Plaza de Caracas, como parte de las actividades conmemorativas a llevarse a cabo en la conmemoración del 193 aniversario de su nacimiento.
-Entre nuestros planes está presentar una temporada de Lo que dejó la tempestad, en la Casa Rómulo Gallegos, para lo cual solicitamos la sala desde Agosto de 2009, debido a la gran demanda que tienen dichos espacios; también queremos hacer una temporada del monólogo Manuela Sáenz: vine a decirlo todo. También esperamos se cumpla nuestros deseos y la promesa de llevar estas obra a los países bolivarianos y los que conforman el ALBA.
Cesar Rengifo muestra en Un tal Ezequiel Zamora la influencia y poder de una clase social aristocrática y capitalista, dueña absoluta de todo lo que a su paso existe y lo que no tiene lo toma por la fuerza para así poder conservar sus prebendas, el liderazgo de la tierra, la economía productiva nacional y dejar atado de grilletes y ranchos de miseria al campesino. Y para conmemorar el 193 natalicio del héroe en Cúa, el 2 de febrero van a estrenarlo ,también dirigido por Manganiello y con la participación de Waikkarán, Aura Rivas, Frank Maneiro, Germán Mendieta, Virginia Urdaneta, Frank Francisco, Elitse Sánchez, Elvis Chaveinte, Guido Falcone, Julio Liendo, Luis Villegas, Mariana Calderón, Mariana Gil, Mauricio Maldonado y Sara Tovar.
Un tal Ezequiel Zamora transcurre durante la Guerra Federal (1859-1863) y ahí el dramaturgo recurre a la metáfora histórica para que, desde el presente, se haga una lectura de los errores que no deben repetirse nunca jamás, porque por ellos se produjo tal conflagración fraticida. Todo se instala en el hogar de una familia de la llanura barinesa antes de la definitiva batalla de Santa Inés. El trágico espectáculo, porque eso es lo ahí se muestra o se materializa, sucede en medianoche, tarde y noche de aciaga jornada, y únicamente pide que “recojan la cosecha de vientos que sembraron” los tercos caínes del guerrero.
La esclavitud
Dilia Waikkarán comenta que para los montajes se han hechos grandes esfuerzos y están seguros de que con “los argumentos bien sustentados lograremos completar, para el segundo semestre del 2010, la famosa trilogía de Cesar Rengifo sobre la Guerra Federal. Los hombres de los cantos amargos no puede quedar fuera de esta reivindicación que exigimos como cultores para nuestro Cesar Rengifo. No nos olvidemos que además de la lección histórica que necesitamos aprender sobre el héroe anónimo de estas lucha, también estamos conmemorando el bicentenario de nuestro Independencia y, con el proceso de cambio y la lucha contra el latifundio tenemos que lograr nuestra independencia productiva de la tierra para celebrar la fiesta de la culminación con éxito de la revolución alimentaria”.
Según el critico Carlos Suárez Radillo, la acción de Los hombres de los cantos amargos, primera pieza de la trilogía, ocurre entre los años 1854 y 1855, alternativamente en el despacho del Secretario de Gobierno y una calle en Caracas, una hacienda cacaotera en los Valles del Tuy, y un campamento de negros cimarrones en las montañas de Capaya. La tesis central de la pieza es que la abolición de la esclavitud tuvo su origen en razones puramente económicas, ya que, según cifras de la época, resultaba más costoso mantener a los esclavos como tales que liberarles y contratarles como peones, por jornales de hambre, sólo en las épocas del año que requiriesen su trabajo. Mediante una técnica de acciones paralelas, Rengifo muestra los distintos niveles en que se desarrolla el proceso socio-económico de la liberación de los esclavos, acciones ágiles, en ocasiones violentas, en las que cada personaje usa un lenguaje propio de su psicología y su situación, enriquecido, en el caso de los esclavos, con elementos folklóricos y poéticos auténticamente populares”.