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LA MÍTICA MM |
El
Carnaval de Marilyn
Farsa de amor carcelario
SINOPSIS
El travesti Antonio Pérez, alias
Marilyn, de 21(o 50) años, cumple condena judicial de 30 años en una cárcel de
Caracas, por haber cometido dos asesinatos con agravantes. Participa en un festival
de teatro penitenciario por lo cual ha montado un espectáculo con fragmentos de
su historia personal, al cual ha titulado como “El carnaval de Marilyn”.
PERSONAJES Y VESTUARIOS
Antonio Pérez o Marilyn: hombre de 21 años(o 50)
por lo mínimo.
Matías Correa: Hombre mayor de 21 años
Coreuta 1: hombre mayor de 21 años
Coreuta 2: hombre mayor de 21 años
Coreuta 3: hombre mayor de 21 años
Todos estos personajes, salvo Matías, usan
ropas femeninas para show y zapatos de finos tacones. Salvo el vestido de
Marilyn, el cual debe ser blanco, los otros personajes pueden cambiar sus
colores, aunque lo preferible son tonalidades intensas, de fiesta. Las pelucas
deben ser rubias, como la de la protagonista.
También es posible vestir iguales a los cuatro
personajes, aunque los tres coreutas deben usar mascaritas de carnaval.
UTILERIA
Una plataforma -con tamaño
definitivo a definirse en función del espacio escénico que se utilice- de dos
metros cuadrados, mínimo, donde se instalará en su piso un ventilador y una
rejilla de mediano tamaño, la cual se usara como pódium o escenario para las
escenas pautas.
*Un banco ancho que será cama
o sofá de acuerdo a las exigencias de la escena.
*Un perchero de mediano tamaño para los
vestidos de los coreutas o de la misma Marilyn.
AMBIENTACION/PRIMER CUADRO
La vida es un carnaval
Hay que utilizar un espacio
teatral no convencional y crear o utilizar un módulo móvil circular o
rectangular que servirá -ahí estará el dispositivo del ventilador-para
escenificar los cuadros del espectáculo.
Hay que realizar una fiesta de
carnaval para lo cual todos los personajes deben usar ropas femeninas o
disfraces. Hay que utilizar proyecciones audiovisuales sobre diversas fiestas
carnavaleras en el mundo y en Venezuela para crear una atmósfera cónsona con lo
que supuestamente verán y donde participaran además.
Los espectadores estarán de
pie y hay que hacerlos participar en el ritual carnestolendo y para ello hay
que darles, si ellos lo aceptan, unas mascaritas y caramelos y hasta papelillo,
incluso. Aquí creo que hay usar técnicas de teatro para niños para jugar con
los espectadores y ambientarlos ante lo que van a presenciar.
En ese animado contexto, los tres coreutas bailan con algunos espectadores
que lo acepten, a quienes se intercambian con gran algarabía hasta que entre
Marilyn, la protagonista, que viste de blanco, zapatos rojos y lleva un rubio
peinado.
El
ritmo de la fiesta y la música se graduarán en función de las actuaciones
La música debe ser al estilo
de ese gran tema de Celia Cruz, el cual es una guía, solamente: LA VIDA ES UN
CARNAVAL
SEGUNDO CUADRO/Presentación
El dispositivo –esto
finalmente lo decide el director del espectáculo- se coloca en el centro del
espacio escénico para las representaciones que harán el protagonista y el resto
del elenco:
Marilyn, en medio del jolgorio
carnavalesco, se monta en el dispositivo -que tiene un ventilador en el piso- y
se planta ante el público y el vestido blanco se le levanta porque se ha parado
sobre la réplica de una rejilla de ventilación del Metro de Nueva York. Esto
debe ser muy rápido, con la música adecuada y una atmósfera erótica suficiente
para que se evoque a la película “La comezón del séptimo año” cuando la actriz
Marilyn Monroe pasó accidentalmente sobre una rejilla del Metro.
Marilyn se dirige a la
audiencia y dice, con la soltura y al ritmo del stand up comedy:
-Bienvenidos, bienvenidos,
bienvenidos, todos y todas- Están en la inauguración del Festival de Teatro Penitenciario de Caracas,
organizado por esta cárcel atípica en nuestro país, donde las maricas o los
maricos, los transexuales y los travestis recibimos un trato humano, se nos
respetan y nosotras nos portamos bien con todos los demás reclusos, quienes son
demasiados gentiles, como cosa rara.
-¿Ustedes
se preguntarán qué hace esta burda copia de la gran Marilyn ante ustedes?
- Soy Antonio Pérez, alias Marilyn,
apodo o nombre de guerra que la gente de mi pueblo me puso cuando me vieron disfrazada,
como la gran actriz, durante unos carnavales. No tuvieron mucho que pensar para
rebautizarme. Ahora aquí en la cárcel todos y todas me llaman así, Marilyn, a
secas y soy muy feliz, porque hasta me imitan y usan pelucas con medias
máscaras para ayudarme en este espectáculo.
(Los
tres coreutas se colocan detrás, como sus escoltas)
-Aquí, reitero, soy muy feliz, porque
por fin puedo ser lo que siempre anhelaba: una gran actriz y femenina. Por
supuesto me siento mujer, pero no se equivoquen: sin nada de operaciones RQS, o
sea Reasignación Quirúrgica de Sexo, porque eso ya casi no se usa, y además es
muy peligrosa y una queda jodida para miar, tal como le pasó a la compatriota
Esdras Parra. No, las transexuales jóvenes nos dejamos de esos experimentos, de
esos maquillajes, como dijo Isaac Chocrón, en una ocasión, y seguimos con
nuestras dotaciones que además tienen mucho uso.
-No, nada de eso, de RQS, déjenme mi
huevito, que ni tan chiquito es y hasta lo uso y causo gratas emociones.
-Aquí estoy organizando un show con
otras travestis o transexuales como yo, pero de eso no hablaré ahora, aunque
les digo que, como delincuenta que soy, ya me robé el título: La jaula de
las locas. Si otras profesionales del teatro lo hacen, ¿por qué yo no
puedo?
(Los
tres coreutas se mueven y tratan de mimear sus movimientos)
-Esta obra que van a ver ahora lleva
por título “El carnaval de Marilyn”, o
sea la fiesta que yo he organizado para resumirles mi corta vida, no tengo aún 25 ( 0
30) años, y ya soy famosa. La escribí con la ayuda del carpintero José
Gabriel, quien además paga condena por varios secuestros, él también es maestro
de cocina y hasta nos ha enseñado muchas recetas sanas y económicas.
-Salí en la televisión y los
periódicos y hasta me han pedido que escriba un libro, pero no, que va, quiero
estudiar derecho, sí, aquí en la cárcel tenemos instrucción universitaria,
porque cuando salga de estas celdas quiero ser otra, aunque más vieja. Pero
estaré viva, habré sobrevivido a todas estas penurias. Sobreviviré, todas
sobreviviremos. Todas aquí somos Marilyn, pero yo soy la más joven,
-¿Qué
por qué estoy aquí, en esta cárcel y ahora en este salón de festejos?
-Ah... no se lo imaginan: maté a una
vieja de 60 años y a un muchachote de unos 30, porque me hostigaban, me
golpeaban, me perseguían, porque no querían que me viera con mi novio Matías y
además no me dejaban usar mis ropitas finas. Claro, los entiendo ahora, yo
vivía en las inmediaciones de un pueblo agrícola cercano a esta Caracas la
horrible, como la llamó Bolívar, por más señas la Colonia Tovar. Pero me harté
de las jodas cotidianas y los mate en un momento de ira e intenso dolor…los
fusilé sin piedad.
-Ellos me hostigaban, no me dejaban
elegir a quién amar… y en los tribunales me dieron como 30 años de cárcel, por
unos agravantes que no les voy a contar ahora. Era mis primeros crímenes y no sabía
cómo defenderme, además, ¿ustedes saben lo que es la homofobia?, pues las leyes
o las que las aplican lo son y no tienen piedad con una.
-Yo les cuento todo esto para que no
acosen a nadie por su conducta sexual y les voy a contar mi historia para que
se den cuenta como una puede enloquecer, como yo hice lo que hice. Estoy por
supuesta arrepentida, pero eso ya no sirve de nada y menos para resucitar
muertos.
APAGON GENERAL
TERCER CUADRO/El primer dedito
Marilyn descansa en un banco
en el dispositivo móvil ubicado en el lado norte o sur de la sala. Tiene un
celular y en una pantalla trasera aparecen algunos mensajes de textos alusivos
a lo que ella cuenta.
-MP: (se dirige al público, que de
ahora en adelante será su psicólogo) Nací y crecí en la Colonia Tovar y
tuve una infancia campesina, sin tener ninguna ascendencia alemana. El campo no
es como la ciudad, donde tienes amigos para jugar, aquí en esta soledad
campesina te las tienes que resolver sola. Fue una infancia entre alegre y un
tanto triste. Alegre porque, si bien jugaba solo, tuve una niñez normal, pero
triste porque nunca tuve el afecto de mi madre. Eso siempre se notó durante mi
vida.
-Muchas veces pensé si no sería
adoptado. Nosotros trabajábamos en el campo donde vivíamos. Todos alrededor de
la actividad de papá.
-(se pregunta)
¿Mi papá? (pausa breve)
-Un verdadero toero, que hacía de
todo, agricultor, cuidador de cerdos, fabricante de velas y hasta tejedor y
jardinero para los chalets de los caraqueños en ese paraíso helado.
-(se pregunta)
¿Mi relación con mi madre? (pausa breve)
-Cuando tenía cuatro años, mi madre me
regalaba vestidos y me vestía como una mujercita. A los 6 años me compraba
muñecas. Cuando fui al colegio me gustaron mis compañeritos y todo me parecía
normal. Pero me callé y me encerré en el estudio. Trataba de no pensar en nada
de eso.
-(se pregunta)
¿Mi padre? (pausa breve) ¿Qué
les puedo decir de mi papá? (pausa breve).
-Mi papá era el de siempre, el único
que trabajaba. Hasta que no quise estudiar más y con mi hermano Carlos y papá
nos metimos en el negocio de criar unas diez vacas para ordeñarlas y tenía que
acompañarlos. Ahora aquí en la cárcel he vuelto a leer, a tomar los libros,
debo crecer intelectualmente.
-Ellos, mi familia, no tienen nada que
ver con esto que me pasa...Tampoco es una perversión, ni un vicio como muchos
dicen. Desde niño me atraían los muchachos. Yo tenía ya 12 años y me gustaban
todos los hombres que veía.
-(pausa breve) ¿Qué cuando fue
la primera vez? (pausa breve)
-El hijo de un vecino, creo que de 15
años, se hizo amigo mío y me enseñaba sus barajitas de béisbol, lo visite en su
casa y cuando nos quedamos solos, me dio un beso, me toco las nalgas y me hizo
una cosa...
(pausa breve)
¿Que si me gustó? (pausa breve)
-Me dolió un poquito...pero era que él
me gustaba tanto y yo quería complacerlo...y así estuvimos viendo sus baratijas
varias semanas y haciendo lo otro también... hasta que sus amiguitos comenzaron
a bromear y a mostrarme a mí el dedo del corazón como señal de que me lo habían
metido...me puse bravo y él trato de explicarme no sé qué cosa, pero todo se
acabó, era mis primeros tormentos con ese amor que yo ni siquiera le había
puesto nombre... y de verdad si lo tenía
yo no lo recuerdo ahora.
(pausa breve)
¿Qué pasó después? (pausa breve)
-Todo ocurrió, comenzó mi vida
loca...papá se mudó a Carayaca y no vi. Más al muchachito de las barajitas ni
tampoco sus dedos ni los de sus amigos, ni
tampoco regresé a la escuela. Fue una locura aquello para mi vida pero
no tenía quien me aconsejara o ayudara.
(Pausa breve)
¿Se cansó de oír mi cháchara? (breve)
-Déjame que drene todo lo que tengo
por dentro.
Estos años de prisión me han permitido
llorarlos mucho aunque sé que no revivirán nunca. Quiero estudiar aquí en el
penal, posiblemente ciencias jurídicas y prepararme, para cuando quede libre
pueda trabajar, tener una casa, formar pareja, no sé si con Matías, y tratar de
alcanzar la felicidad. No será fácil porque además de la condena que me
dictaron, ya llevo una condena por dentro. ¿Usted cree que puede ayudarme?
-(pausa breve)
¿Más recuerdos de mi niñez?
(Pausa breve)
-Sabe que no tengo fotos de mi primera
infancia, pero si vi en una foto que me mostró una tía mía. Ahí estaba
blanquito y con un vestido de niña, de tela blanca y con detalles celestes y
rojos. Mi madre me compraba muñecas, maquillajes y colores para mi carita. A
los 4 años tenía juguetitos de niñas. Pero a los 11 años miraba con admiración
ingenua a los hombres que rodeaban y a los 12, con un compañerito de clases,
comenzaron mis experiencias sexuales.
-(pausa corta) Espere que no le he contado
algunas cosas. (Pausa corta)
-Entre la Colonia y en Carayaca me
hice famoso y creo que no era el único marico y muy pronto a mi celular
llegaban mensajes de textos para decirme loca, puta, pero a la vez me invitaban
porque querían estar conmigo. A mis amigos homosexuales, que por supuesto los
tenía, les pasaba lo mismo: nos buscaban, pero nos discriminaban. Sus novios o
seudo enamorados eran hombres casados o apunto de contraer nupcias, pero antes
practicaban con nosotras. Cuando todos comenzaron a decir que yo era marica o
marico, sonreí, porque no hay sexo incorrecto si hay amor en él, como decía la
Monroe... y ya sabemos lo que ello hizo.
(pausa corta)
¿Que si tenías muchos novios?
-No, eran aventuras en los carnavales
o algún vecinito que me contactaba. Hasta que durante unos carnavales conocí a
Matías, quien iba también disfrazado de mujer y tuve que quitarle el antifaz
para apreciarlo mejor.
(pausa) (Se mete entre el público y encuentra a Matías, que tiene un antifaz,
lo trae al dispositivo, lo muestra al público, le quita el antifaz y lo deja
después de lado, para continuar su psicoanálisis)
(pausa corta).
-¿Qué pasó con mi Matías? (pausa)
-Él ha estado conmigo todos los
últimos cuatro años, ha sido un bálsamo y cuando me deje, pues me hundiré y más
si estoy aquí preso. Sabe, que cuando
dije que era gay, a mi hermano y mi madre, comenzaron a controlar
mi plata, mi celular, especialmente mis mensajitos de texto, mi forma de
vestir, no podía usar ropa ajustada, ni usar
sandalias, ni bermudas y mi ropa interior no podía ser roja o de colores
fuertes, porque era de maricas. No podía tener gestos femeninos, debía hablar
fuerte, no cruzar las piernas al sentarme, tener el pelo corto. Me querían
machito…aunque a la fuerza. Y por supuesto Matías no me podía visitar sino a
escondidas. Ahora también viene...pero falla a veces. Yo lo comprendo.
(Pausa)
¿Cómo me impactó la muerte de papá?
(Pausa)
-MP: Fue muy duro. Él sabía que
yo era gay. Pero siempre me apoyó. Un día, cuando se retorcía de los dolores
por el cáncer gástrico que tenía, nos pusimos a hablar y me sinceré con él y le
confesé que era homosexual. No me dijo nada, no me regañó, ni me amenazó,
recuerdo que me abrazo y me dijo que no temiera nada. De ese modo se unió más a
mí y cada vez que tenía que ir al hospital me pedía que lo acompañara. Cuando
murió, fui a buscar apoyo de mi madre o de mi hermano. Pero no lo encontré. En
ese momento, hubiera pagado por un abrazo.
(LA
MUSICA INTERRUMPE SU RETROSPECTIVA DRAMÁTICA)
CUARTO
CUADRO
Sueños
locos en el camerino
Marilyn, que sigue con el
vestido blanco, los zapatos rojos y la peluca rubia, porque ella, dialoga con
los tres coreutas que están ahora frente al espejo (que es el público) del
camerino para maquillarse y vestirse para el show del baile que harán, desde el
dispositivo escénico, donde trataran de usar la rejilla de la ventilación. El
director debe proponer el baile o la coreografía que interpretarán al final de
los diálogos.
-MP: Mi pareja, sí mi Matías, mi novio
por el cual me volví una criminal, viene cada semana (venía cada semana) para darme un poco de consuelo y de lo otro,
eso que nos gusta tanto. Por ahí anda (andaba),
fiscalizándome quizás o tratando de levantarse a la loca que le
pestañeé...porque bien puto que es. En ocasiones se hace (hacia) acompañar de un familiar y cuando
termine esto pienso irme a vivir con ellos. Esos son sueños, porque yo de aquí
no salgo antes de 20 (30 años) años, si es que mi abogado logra alguna
reconsideración sobre mi sentencia.
-COREUTA/1:
Cuando recuerdo algunas cosas que nos has
contado me preocupa tu salud mental carajita, porque tienes tanta amargura
tanta frustración que no sé lo que te pueda pasar, aunque creo que más loca no
te puedes volver.
-MP: Si, a ustedes no les puedo
mentir ni ocultar nada, son mis hermanitas que nunca tuve. De noche siento
pesadillas y veo, como en un vídeo, las escenas cuando los maté. Quiero
pedirles perdón, pero ya es tarde. Los extraño mucho, a pesar de que me
trataban requete mal. Les compraba regalos buscando un “gracias Antonio” o un
beso, pero esas cosas nunca ocurrían, hasta eso me lo negaban.
-COREUTA/2:
¿No has pensado que te debe tratar un
psiquiatra o un psicólogo? Aquí en el penal dan ese servicio, entre otros.
-MJ: Gracias por tu observación,
ya la busque. Anhelo mucho volver a ser libre, porque acá se aprende a valorar
muchas cosas. Se ven con otros ojos la vida y nos damos cuenta qué personas te
quieren y están contigo en las buenas y en las malas.
-COREUTA/2: Chica, termina de poner los
pies sobre la tierra, porque de aquí no sales antes de 20 o 30 años por lo
menos, salvo que te mates o que alguien te haga el favorcito. No hay que
llorar, que la vida es un carnaval, es más bello vivir cantando.
-MP: Si, así lo canta Celia Cruz.
Yo sé que pierdo la dimensión de lo que me ha pasado y les digo necedades. Yo
no busco ahora que me entiendan, sino que antes de juzgarme escuchen todo lo
que pase en la vida, y bien corta que ha sido, porque tenía 19 años cuando los
maté. Mi familia optó por juzgarme sin saber lo que me pasaba por dentro.
-COREUTA/1:
Niña, era gente bruta, campesina como tú, pero
menos inteligente, eso es todo. Nosotras también tenemos nuestras historias, lo
que pasa es que estamos haciendo de psicoanalistas contigo para que asumas tu
realidad y pienses en otras cosas.
-MP: Creo que principalmente me
condenaron por ser homosexual, porque la homofobia la llevan en sus genes y lo
que pretenden es matarnos o destruirnos porque somos diferentes…ah, pero antes
nos cogen, eso sí…somos como los cochinos…nos engordan y después nos matan para
hacer morcillas.
-COREUTA/3
Tú insistes con lo de la homofobia de mierda,
que no es otra cosa que envidia a nosotras las mariconas, y a ti que eres
bonita. Cambia de tema o nos vamos a ver una telenovela colombiana con unos
muchachotes buenísimos. Vamos chicas, cambia el CD y ponme un DVD de erotismo
fuerte.
-COREUTA/1:
Es una lástima que hayas matado a tu
gente. Nosotras ya estamos un poquito maduras sin ser viejas y tú eres un
carajito veinteañero.
-MP: Ustedes me ven fuerte por fuera, pero por dentro estoy hecha
polvo. Voy a permanecer de pie y si me caigo volveré a levantarme. No voy a
negar que tenga mucho miedo y de lo que pueda pasar en este penal, de donde me
puedan cambiar en cualquier momento.
-COREUTA/2:
Tú te jodiste en el juicio, me dijo tu
abogado, porque le diste un tiro a tu mamá, algo que esta sociedad no digiere
fácilmente. Eres una matricida, fea palabra esa.
-MP: Varias veces me he planteado si mi
madre no era mi mamá de sangre, por la forma de tratarme y porque físicamente
no me parecía en nada a ella, pero mi hermano si era igualito a mí. Después que
caí preso me han contado historias de
quien era mi verdadera mamá y recuerdo que a mi madre, a la que maté, le
costaba mucho quedar embarazada porque
un día dijo que le costó tener a mi hermano, pero de mí nunca hablaba
nada.
-COREUTA/2:
Solo un examen de ADN podrá sacarte de
esa duda. Mientras tanto, recuerda que todo aquel que piense que esto nunca va
a cambiar, tiene que saber que no es así, que al mal tiempo buena cara,
mientras todo pasa.
-MP:
Resignación es lo que pide Celia Cruz
y ya sabes cómo terminó ella. Pero yo tengo días en que me levanto muy triste,
lloro cada que puedo, aunque ustedes mis amigas me consuelan y hasta me quieren
meter en una terapia grupal. Estoy de verdad arrepentido y no puedo entender
como tuve el valor para hacerlo. No puedo creer que yo lo haya hecho A veces
creo que han pasado años desde lo que hice.
-COREUTA/2:
Me dijiste que querías escribir una
obra de teatro o una novela, ¿qué ha pasado con eso?
-MP:
Tengo sendos borradores del monólogo y de la pieza narrativa, pero no me
logro concentrar y debo dedicarme a conversar con ustedes, a drenar toda la
mierda que tengo por dentro. Literariamente todo se puede cambiar, pero la
realidad es otra y no puedo estar todo el tiempo cantando, como ustedes me lo
recomiendan.
-COREUTA/3:
Estamos para
ayudarte amiga, te hemos adoptado todas aquí, estás recién llegada y no tienes
de otra cosa que hablar. Eres una niña perdida en medio de todas estas lobas
que te hemos adoptado.
-MP:
Gracias, de
verdad, pero deben saber que nunca entendí porque mi madre, que
me crió como una nena, cuando le dije que me gustaban los hombres me rechazó
tanto. Y todo eso me llevó a no poder tener amigos, ni salir solo ni ir solo a
bailes. Debí de haber huido a cualquier parte y dejarlos solos.
-COREUTA/3:
Insiste con ese monólogo verbal de tu
desgracia, pero lo mejor que podrías hacer era escribirlo, pulirlo y después
montarlo con nosotras. Recuerda que todo aquel que piense que está solo y que está
mal, tiene que saber que no es así, que en la vida no hay nadie solo, siempre
hay alguien que te acompaña, como dice Celia, que hasta filósofa era la pobre
negra.
-COREUTA/1:
Sí, eso también lo sabemos, eres una loca
precoz y eso que no vivías en Caracas, sino allá en el campo, menos mal que no
conociste a Santos Luzardo porque si no le jodes la novela a Gallegos. Hiciste
lo que hiciste y ahora nos tienes a nosotros escuchando tu versión maricona de
las Mil y una noches.
Marilyn
y los tres coreutas, vestidos como ella, inician un show bailable bufonesco,
usando el ventilador y paseándose por encima del para que se les levanten los
vestidos y muestran sus pantaletas.
CINCO CUADRO
/La gran entrevista
En
el centro del escenario está el dispositivo con una cama para Marilyn, quien se
ha quitado el vestido blanco y la peluca, además de los zapatos. Está en ropa
íntima de mujer, roja por supuesto. Está cubierta con una cobija roja y en los
bordes de la cama improvisada están sentados los tres coreutas.
-COREUTA/1:
Antonio Pérez, que es el nombre legal
de nuestra Marilyn, está enfermo y de la cabeza que es lo peor. Desde hace dos
días no duerme naturalmente y tenemos que darle unas pastillitas. Tiene
pesadillas y durante toda la noche no hace sino gritar y gritar o hablar
incoherentemente. Mañana viene un médico que lo revisará en la enfermerita.
-COREUTA/2
Estos problemas, que los ha tenido
desde que llegó a esta cárcel, se le agudizaron porque las autoridades
autorizaron a unos periodistas para que lo entrevistaran, supuestamente para un
reportaje o una pieza de teatro. Ese mirar al retrovisor, ese contar lo que
vivió o lo que pasó, la vuelva loca de remate.
(Mientras el coro ha estado interviniendo,
Antonio Pérez se ha levantado y se ha
vestido de nuevo como su Marilyn. Se sienta en la cama y se enfrenta a la
parafernalia de tres periodistas con cámaras filmadoras/grabadoras que ya
proyectan sus imágenes en una pantalla, ellos son los tres coreutas que se han
cambiado las máscaras y se ponen unas con lentes,)
-COREUTA/PERIODISTA1
-¿Qué recuerda de ese fatídico
26 de mayo)?
-MP:
Que vaina con ustedes, de nuevo me
preguntan lo mismo, no se a cuantos voy a contarles lo mismo, llevo como dos
largos años en esta faena que me desarticula el alma, me enferma. La reunión
con el psicólogo me deja postrada, pero debo seguir hasta no sé cuantos días
más o meses más. Voy a grabar un vídeo y le digo al director del penal que se
los entregue cuando vengan aquí a preguntar y repreguntar lo mismo. He hablado
tanto para satisfacer el morbo de ustedes o de los lectores que ya no sé ni que
decir, además esta repetidera me hiere por dentro y quedo muy mal, cuando
ustedes se van. Y eso me convierte en un problema para mis amigas en esta
cárcel.
-COREUTA/PERIODISTA1:
Perdona Marilyn, pero Últimas Noticias, el periódico del
pueblo venezolano, nunca te ha entrevistado porque nuestro director no quería
unirse al escándalo que has armado, pero nuestra audiencia, por intermedio de
su comité de lectores, se han quejado y son ellos lo que quieren leerte o verte
para poder opinar, porque además te vamos a grabar para nuestro servicio
multimedia. ¿De acuerdo? Te repito la pregunta: ¿Qué recuerda de ese fatídico
26 de mayo?
-MP:
Ese día fui al campo a buscar a las vacas,
creo que eran las cinco y media de la mañana y hacía un frío que helaba el
aliento. Cuando entré al corral, me encontré con mi hermano Carlos. Ya estaba
ordeñando y él nuevamente me insultaba.
-COREUTA/PERIODISTA2:
¿Ese fue el detonante?
-MP: La noche anterior habíamos discutido
muy fuerte y él me dijo: “Papá se murió por tu culpa, por la vergüenza porque
eres un marico de mierda. No se atrevía a salir, no quería nadie lo saludara,
caminaba mirando al piso, con la cabeza baja”.
-Al día siguiente me levanté con una
especie de fuego en la cara. Abro la puerta del corral y recuerdo que di unos
pasos, escucho el sonido de unos tiros y lo veo caer a él. Después, siento un
escalofrío. Me veo corriendo por el campo con la carabina en la mano. Y fue
cuando me pregunté: ¿qué hice? ¿qué pasó?
-COREUTA/PERIODISTA3:
¿A partir de ese momento no recuerda
más nada?
-MP:
Tiré el arma. Fui hasta el campo de un
vecino y pedí que llamaran a una ambulancia. Cuando llega la policía me dicen
que me quedara tranquilo. Yo les dije que unos desconocidos habían entrado a
robar. Hasta que llegaron más policías que me decían “confiesa, marico de
mierda: admite que tú los mataste”.
-COREUTAS/PERIODISTAS
AL UNISONO:
¿Cómo mató a su madrastra o a su
madre?
(Es recomendable usar una recreación
audiovisual de lo que aquí narra el personaje, la cual se proyectaría
simultáneamente con su texto)
-MP:
Hay una nube en mi memoria. No tengo
casi ningún recuerdo. Y de mi madre nada, aunque me dijeron que la mate primero
a ella, dentro de la casa, en la cocina. De mi hermano puedo decir que estaba a
una distancia de tres metros, de espaldas, en el corral de ordeño. Recuerdo el
sonido del tiro y el instante en que los pájaros salieron volando con su
retumbe de alas, los pájaros parecían haber salido de su cuerpo, llevándose su
vida.
-COREUTAS/PERIODISTAS
AL UNISONO:
-¿Por qué los mató?
-MP:
Los dos me maltrataban, me desquiciaron,
quebraron mi mente, se convirtieron en una obsesión que me acosaba hasta en
sueños. Ellos tenían personalidades muy fuertes. Eran iguales. Tenían una forma
muy podrida, muy coñodemadre para hablarme. Me dolía que mi madre me insultara.
Las humillaciones eran muy fuertes. Cuando era un chico inocente, me decían:
“Tendríamos que haberte tirado al chiquero para que te comieran la cabeza”. Y
después, insistían en que papá se había muerto por mi culpa, por ser un marico
de mierda.
-COREUTA/PERIODISTA3:
¿Cómo fue su infancia?
-MP:
Infeliz. Un infierno. Yo sé lo que es
el sufrimiento. Mucha gente habla, pero nadie se pone en mis zapatos.
Parecíamos una familia perfecta pero puertas adentro era un verdadero infierno.
Y todo se puso peor cuando les dije que era homosexual o marica o pargo o
parga, como quieran llamarme.
-COREUTA/PERIODISTA2:
-¿No recuerda ningún momento bueno de
su vida?
-MP: Los carnavales. Ahí era yo,
me sentía libre. Durante esas 12 horas detrás de una máscara tenía libertad.
Hacía chistes a los conocidos y nadie me recriminaba. Me vestía de mujer. Y ahí
conocí a mi novio, a Matías, quien ya no está conmigo. Después de los
carnavales mi vida era un calvario y solo podía era feliz cuando me vestía de
mujer, por eso aquí en la cárcel me siento mejor, porque me visto como mi
reina, mi Marilyn. Recuerdo la canción de la negra Celia Cruz: La vida es un
carnaval o Mi vida es cantar.
-COREUTA/PERIODISTA2:
¿Lo hostigaban los otros muchachos de
la zona o de la región donde vivía?
-MP:
Sí, me hacían burlas, morisquetas. Cuando iba
al pueblo me gritaban “Marilyn”, porque me puse un vestido blanco, no éste por
supuesto, que me prestó una amiga, y una peluca rubia, y use unos zapatos rojos
de mi madre. Nunca pensé parecerme a esa mujer tan legendaria; Marilyn Monroe,
de quien he visto pocas películas, pero la que más me gustó es “El comezón del séptimo año”... Y me
entristece saber que murió misteriosamente, que se enamoró del hombre
equivocado y que quizás sabía muchos secretos.
-COREUTA/PERIODISTA3:
A la propia Marilyn Monroe le
preguntaron en una ocasión qué se ponía para dormir. ¿Qué usa usted?
MP:
No me gusta dormir desnuda, me pongo un short y me unto
en algunos sitios un poco de una agua de colonia barata. El Chanel No. 5 es
inalcanzable para mí. ¿Satisfecho?
-COREUTA/PERIODISTA1:
Si pudiera estar frente a su madre y
su hermano, ¿qué les diría?
-MP:
Que me perdonen por ser así. Les
repetiría la frase que me costó un palazo en la espalda: nací gay y moriré
gay. Yo no soy responsable, de qué me culpan, si yo me siento bien así.
Pero si pudiera retroceder el tiempo me iría de casa a vivir como pudiera.
-COREUTA/PERIODISTA2:
-¿Es cierto que lo criaron como si
fuera una mujer?
-MP: Sí… Lo más loco es que
cuando les decía que era gay me maltrataban. Yo me sentía mujer. Crecí
sintiéndome mujer, influenciado por mi madre. Creo que si me hubieran criado
con autitos y pelotas de fútbol, mi situación no sería distinta.
-COREUTA/PERIODISTA3:
-¿Por qué pidió un juez homosexual
durante el juicio?
-MP:
Porque los hay a montones, hombres y mujeres,
casi todos en el closet. Para que se pusiera en mi lugar. No es fácil ponerse
en el lugar de un homosexual. Sólo nosotros sabemos lo que es la discriminación.
¡También hay periodistas gais y escriben pestes contra nosotras, hasta que un
día aparecen acuchillados en sus apartamentos y después sus colegas escriben
que fue un suicidio y no que los asesinaron por maricos!
-COREUTA/PERIODISTA1:
-¿Cómo es su agenda cotidiana aquí en
el penal?
-MP: Aquí recibimos clases para
optar al título de bachilleras, hago tareas, participo en la limpieza de
nuestro pabellón, leo cuanto libro me recomiendan, veo televisión y escucho
música romántica, y, en especial Thalía y Chayanne, de vez en cuando algo de
Ricky.
-COREUTA/PERIODISTA3:
¿Cómo lo tratan aquí en el penal?
MP
Aquí me tratan bien, me recibieron
cariñosamente, porque todas son como yo o personas mayores. Antes de llegar a
este pabellón me alojaron con unos reclusos
evangelistas. Me trataban bien pero me decían que los gais estábamos
endemoniados. La situación cambió apenas un poco cuando uno de los “hermanitos”
se me acercó y me susurró al oído: A los ojos de Dios, tú eres muy bonito.
Con esa frase, y sobre todo con el beso que me dio después, entendí que la
contradicción era parte de mi destino.
-COREUTA/PERIODISTA1
-¿Este parece ser un paraíso después de todo lo mal que lo han tratado?-
MP
Si, esta cárcel es de régimen
moderado, con más alambrados que rejas. Aquí estoy con otras 40 personas.
Cuando llegué me recibió una comitiva de chicas transexuales con tacones y
espectaculares siliconas: “¡Pero si es una criatura!”, me gritó una. Este es mi
lugar y no me quiero ir de aquí nunca. Ellas me enseñaron a maquillarme y que
lo mejor era pasar el día entre música y bromas para no recordar el pasado.
También me ayudaron, casi como un juego, a ponerse un nombre nuevo y siempre
les digo que me voy a llamar: Marilyn Mariela Pérez.
-COREUTA/PERIODISTA2:
¿Y después de culminar el bachillerato qué
planes tiene?
-MP: Quiero estudiar derecho para
analizar más como ha sido llevado mi caso por la justicia y los abogados,
porque espero que revean el fallo emitido en mi contra, porque no se pudo
probar que se trataba de “una terrible trama familiar, con un alto componente
homofóbico”.
-COREUTA/PERIODISTA1:
¿Usted insiste en la revisión de su causa?
-MP:
Sí, porque en el fallo hay algo así
como que son otras las razones que yo tuve para ultimar a mi madre y mi
hermano, y que la homofobia de ellos hacia mí no se pudo comprobar y subraya
que en los testimonios recibidos durante el juicio no se notó prejuicio,
extrañeza o animadversión en lo atinente a mi condición de homosexual.
-COREUTA/PERIODISTA1:
¿Usted digiere eso?
-MP:
No, por supuesto, y llama la atención
que el juez califica primero de “respetable” a la defensa, la cual a pesar de
todo, no pudo probar la homofobia.
-COREUTA/PERIODISTA3:
¿Lanza usted ahora una maldición
eterna para el tribunal que lo sentencio a 30 años?
-MP:
No, Dios sabrá que hace con toda esa
gente, yo le agradezco al juez quien dijo esto que lo escribiré en un cartel y
lo colgaré en mi celda: “evidenció ser un joven de una gran sensibilidad, la
que se puso de manifiesto en cada tramo de su extenso y sentido relato, es
además inteligente, a la vez que muy maduro, para la corta edad que ostenta”.
-COREUTA/PERIODISTA1:
¿Usted no se rinde y rechaza la sentencia?
-MP:
Sí, no la acepto, pero pago cárcel y quizás
hasta no salga de aquí con vida. Recuerdo que mi abogado me hablaba de que
saldría libre o con una pena más leve por mis eventuales rasgos psicopáticos,
como mi baja tolerancia a la frustración, mi personalidad obsesiva, irritable y
obstinada, todo lo cual sería detectable con una batería de pericias psicológicas
y psiquiátricas. Mi defensor tendría que probar entonces que el rechazo
familiar a mi naturaleza a mi orgullo gay repercutieron en mi particular
estructura psicológica, etcétera, etcétera, pero como se pudo demostrar me
condenaron. Seguro que iré al cielo porque el infierno era mi vida en familia.
Ojala que los jueces y la sociedad se humanicen porque de lo contrario la
homofobia seguirá matando o condenando. ¡Cuídense!
ENTRA LA MUSICA DE CARNAVAL
SEXTO CUADRO/ La despedida
El dispositivo con un banco
para dos personas. Al prenderse las luces, hay que acentuar la iluminación
sobre los personajes. En escena Marilyn Pérez y su novio Matías.
-MP: Dos meses sin verte y bien sabes que me monto por las paredes como gata
en celo, porque aquí no tiro con nadie más, aunque sobra con quien y yo soy la
reina en medio de todas estas viejas.
-Matías: Deja de hablarme así, no te
pongas histérica, sabes que los fines de semana son complicados para venir a
esta cárcel y además son precisamente los viernes y los sábados cuando me sale
más trabajo. Y el domingo descanso o hago alguna tontería. ¿Tengo ese derecho?
-MP: No vengas con excusas, te conozco muy
bien, eres una peluquera a domicilio y creo que haces otras cosas más.
-Matías: Tienes razón, pero desde que
autorizaron las visitas conyugales para las mariconas travestidas como tú, debo
pagar unos cuantos bolívares a la vigilancia, para que crean que soy tu
hermano, aunque aquí todo el mundo sabe a qué viene uno. Hay aquí un vigilante
que no hace sino agarrarse el bulto cuando me ve, al parecer le gusto, y te
confieso que malo no está.
-MP: Yo sé quién ese vigilante calienta
huevos, espera que yo le diga cuatro vainas. Y en cuanto a ti, espero que te
consigas una loca, no como yo, y no vuelvas más.
-Matías: Tú
siempre tan exagerada y tan pendenciera…coño no cambias ni siquiera en la
cárcel… y hoy precisamente deberías estar feliz porque estas mostrando tu espectáculo.
-MP. Bueno, vamos a la cocina y nos
metemos a la despensa, las otras están durmiendo su siesta, aunque ellas saben
que me toca mi turno y eso aquí se respeta. ¿Trajiste condones? Mira que la
última vez no me gustó hacerlo a "ring pelao". No es que desconfíe de
ti, pero sí de lo que consigas en la calle. Y no quiero una enfermedad ahora y
aquí.
-Matías: No traje condones porque no
pienso hacer el amor o tirar contigo. No sirvo para hacer esas cosas en medio
de las ollas y con ojos que le vigilan el culo a uno. Además tengo que
decirte... que me voy para Maracaibo, donde trabajaré en un centro comercial.
Ya me están esperando con los brazos abiertos y el ventilador a millón.
-MP: Ya me extrañaba que llevaras
dos meses sin verme y no podía pensar que estarías haciendo planes para dejarme
aquí, abandonada.
-Matías:
Tenemos
cuatro años juntos, dos cuando eras libre y dos desde que estas en la cárcel...
y mi vida no se puede quedar aquí, esperando un fin de semana para verte.
-MP: Me volví loca y maté a mi
familia, porque además no me dejaban en paz porque te tenía como novio y te
quería para mí y para nadie más. De verdad que he sido una loca del culo y de
la cabeza. Está bien que te vayas a buscar eso “algo mejor” que te espera y
ojalá que lo consigas.
-Matías: No me culpes a mí de nada de
lo que te ha pasado, deja bien claro eso. Tú no eras precisamente un niñito
cuando pasaron nuestras cosas. Ya no podemos hacer nada. Comprenderás que tengo
razón. Necesito una pareja gay libre, o una mujer, porque malas no son. Además,
la bisexualidad es una experiencia que da hijos biológicos y una especie de
kino para la vejez, si no te sale chimba la descendencia. Pero esto, lo
nuestro, esta farsa de amor carcelario
se acabó y a otra cosa mariposa.
-MP: Definitivamente eres chulo y sabes
porque te lo digo, como aquí no puedo darte plata, pues buscas algo afuera.
Tengo dos años aquí y entiendo tus necesidades de todo tipo. Estas joven y se
te para muy bien todavía, aunque te gusta que te den por detrás como macho versátil
que eres.
-Matías: No me guardes rencor, es ley
de vida. Me perdonarás, te volveré a ver algún día. Tú serás rica y famosa por
tu historia y porque te convertirás en una luchadora por los derechos humanos,
como la doctora Tamara Adrián, mientras yo seguiré siendo un pobre marico
peluquero.
-MP: Me enamoré de ti y por ese amor que
podía haber sido muy grande maté a mi madre y a mi hermano. Espero, pues, que
te vayas y no regreses nunca más, porque te puedo matar. Adiós.
(Matías sale de escena)
(pausa) MP dirigiéndose al
público, que ha sido su psicólogo desde el tercer cuadro (pausa)
-¡Ayúdenme, porque son muchos los años que
aquí pasaré sin amor! No pensé que dejaran de amarme tan pronto y después de
todo lo que he pasado. Pero no puedo obligar a nadie y menos en mi
condición...Seguramente que me recetará pastillas para soportar mis
angustias... Pero la verdad es que estoy sola, porque siempre he estado sola y
sola así seguiré ...Siento que la muerte se me acerca cuando lo único que
quiero es vivir... ¡Aunque tengo el presentimiento que una mañana cualquiera no
me levantaré más, que me matarán en la madrugada con alguna inyección letal o
con un supositorio cargado de
narcóticos…tal cual se lo
hicieron a ella, a mi heroína...porque yo también soy un escándalo....soy un
travestido y con tacones y por supuesto genero polémicas! Pero yo seré inmortal
como personaje teatral…! Y ahora quiero bailar hasta caer exhausta!
(pausa)
MP intenta bailar y los tres
coreutas salen y abrazados a MP entonan el tema Sobreviviré, en inglés,
haciéndole así coro a la interpretación de Gloria Gaynor, mientras las luces
van disminuyendo lentamente.
ESTALLA LA MUSICA DE CARNAVAL
FIN