Maracaibo fue una fiesta en febrero para festejar los 90 años de vida útil de la maestra Inés Laredo Schanze y en especial esos 72 años que ha dedicado a la cultura zuliana.
Un grupo de amigos, teatreros y familiares se asociaron para rendirle homenaje a una mujer que nació en Valparaíso el 27 de febrero de 1922, pero quien atrapada por el amor de un marabino no llegó por azar en aquel 1948. Venia a quedarse, ya que su esposo, el pintor zuliano Carlos Añez Urrutia, volvía al terruño. Él será su escenógrafo por un tiempo; después da a luz a Wagner, su raíz para el futuro.
La investigadora Yasmina Jiménez cuenta que Inés logra ver y vivir en la ciudad que otrora fue escenario de las grandes compañías de ópera y zarzuelas que venían del extranjero y las compañías locales teatrales del Mocho Marín y Antonio García, Conoció a los poetas del Lago, caminó por las calles angostas de la ciudad, observó la policromía de sus casa altas, con gárgolas, ventanales, portones, mamparas y bellos corredores. En esos años, el ferry comunicaba por el Lago con la otra Costa para poder recorrer largos caminos en autobús hasta Caracas y otras regiones. Surgía paralelamente la ciudad petrolera, separada por cercas de ciclón y con unas casas clasistas de acuerdo al nivel de sus trabadores.
“Inés trajo consigo su título de maestra de escuela y una tesis sobre psicología en “Hábitos infantiles” y la experiencia con los niños que le ha dejado la docencia, en especial la que tuvo en la escuela rural de Olmec, región alejada de la capital chilena y donde experimentó su saber. En esa escuela realizó trabajo comunitario logrando para los niños al almuerzo y con sacos de harina que conseguía de regalo les hacia ropa para el invierno”.
Inés, cuenta Yasmina, creó un nuevo método para la lectura, llevó los niños a conocer el mar que no conocían por la lejanía de su pueblo, y creó la liga antialcohólica. Todo esto hizo mirar a sus superiores en positivo y fue trasladada a la capital chilena. Estudió la especialidad de Artes Escénicas con el maestro Pedro de la Barra, que dirigía el Teatro Experimental de Chile y fundador de la escuela de teatro de la misma universidad en 1941, y años más tarde en el año 1973 llega a Caracas, a raíz del golpe de estado fascista de Pinochet.
“La maestra Inés en Maracaibo comienza a trabajar en el liceo Udón Pérez, como profesora de literatura y luego en el colegio El Pilar durante 15 años para formar maestras. Paralelamente junto a Josefina Urdaneta, a la que había conocido en Chile durante sus estudios de arte, comienzan a organizar el grupo de teatro con estudiantes, obreros y empleados de la Universidad del Zulia y fundan el teatro universitario al que dan el nombre de Grupo Sábado, porque era durante ese día cuando ensayaban, debido a los estudios y trabajo de sus participantes”.
“El 5 de julio de 1950, siendo rector José R. Hernández d’Empaire y secretario de Cultura, José Ortín Rodríguez, en el paraninfo de la Universidad del Zulia (Edificio la Ciega) estrena la obra Padre, de August Strindberg. A partir de ese momento el trabajo se hace mas intenso; y el maestro Homero Montes se integra al T.U. como actor y luego como escenógrafo. Autores como Lorca, Cervantes, Casona, Pirandello, Chejov, Calderón de la Barca, Lope de Vega y Ionesco, entre otras tantos fueron representados; también el T.U. hizo teatro en radio y televisión”.
“Muchas han sido las obras dirigidas por esta extraordinaria docente, actriz, directora, asesora y productora. Durante su paso por la Universidad del Zulia, funda en 1952 la Escuela de Artes Escénicas que funciona hasta 1970, cuando fue cerrada por reorganización de LUZ, cuando era su director Clemente Izaguirre”.
Yasmina puntualiza que Inés es pionera al utilizar el títere como herramienta pedagógica. Además implementó la aplicación de la educación física para las mujeres en el Zulia. Realizó el proyecto de auto desarrollo en LUZ y coordinó la comisión de curriculum en LUZ.
“Inés Laredo ha demostrado en sus 90 años su vigencia como ser humano en el tiempo. Son muchos los estudios que tenemos que hacer acerca de su poética, de los autores que utilizo en sus propuestas artísticas y los aportes a la educación primaria, media y superior. Ella es una visionaria del siglo XX y XXI, quien produce asombro cuando expresa su opinión del teatro y la educación; a ella le debemos los actores de Maracaibo y del Zulia, parte de nuestra formación teatral; la ética como elemento importante en nuestro trabajo, la pasión y el respeto por nuestra profesión”.
“Venezuela entera y el Zulia le debes la mayor consideración por todos sus aportes; y la Secretaría de Cultura de la gobernación del Zulia, esta en la obligación de tener en perfectas condiciones el edificio de la Escuela que lleva su nombre, fundada por el actor y periodista Isaías Fulcado, acompañado del director de Cultura de entonces Marcos Pedreañez en 1978, y que hoy se encuentra abandonada”.
“Los gobernantes del estado deben reflexionar y darle el lugar que merece la escuela de teatro Inés Laredo, como centro de formación artística; actualizar su curriculum y adecuarlo a los tiempos que vivimos. Esta es la forma como creemos que el Gobierno Regional y nosotros homenajeamos a la maestra Inés Laredo”.
“Por último quiero agradecer a todas y todos los que la hemos acompañado antes y después en sus 72 años de vida prolífera en la educación y la cultura. A esta comisión de homenaje en especial a María Antúnez del Grupo Tablón quién la coordina, a los actores, al grupo Mampara, al teatro Baralt, a la Dirección de Cultura de Luz, a Acción Creativa, a la escuela de Teatro Inés Laredo, a la Red de teatro y circo – Capitulo Zulia, al IAEM y a la ciudad toda. Como última información actualmente Inés Laredo realiza los pasos finales para edición de su libro sobre la historia del grupo Sábado”.
Los años 40
Eran los años 40 del siglo XX, una época cuando se escenificaron hechos que movieron los hilos de la sociedad mundial y por ende de América. Es en esa etapa de 1945, cuando termina la Segunda Guerra Mundial, se movilizaron grandes masas humanas por el mundo en busca de tranquilidad y nuevas oportunidades. En Venezuela sucedió un golpe de Estado, pero también las mujeres por primera vez lograron el voto como derecho constitucional, el Partido Comunista es legalizado y la radio se posesiona del ciudadano como medio de comunicación, influyendo notablemente en la cultura. En este vaivén de la sociedad, que empieza a modernizarse es cuando llegan a Venezuela constructores, ebanistas, artesanos, panaderos, hombres y mujeres intelectuales del teatro, que dan un viraje al movimiento teatral incipiente del momento. Entre estos intelectuales llegan a Caracas el abogado, dramaturgo y director Alberto de Paz y Matheus, fundador del Teatro Experimental en el liceo Fermín Toro; Jesús Gómez Obregón, de México, que trajo una propuesta de vanguardia, pues había sido alumno del maestro japonés Sequizazo y este a su vez era alumno de Constantine Stanilasvki, creador del método Un actor se prepara. También se funda el Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela (23 de junio de 1945) con Luís Peraza (Pepe Pito) como director fundador. En un pequeño espacio en la vieja sede de San Francisco y para comenzar representaron el primer acto de La vida es sueño, de Calderón de la Barca. En 1948, llega a Caracas, desde Buenos Aires, la actriz y maestra Juana Lujo, quien, al igual que sus otros compañeros del teatro, fortalece el movimiento y crea el Estudio Dramático y la Escuela Nacional de Arte Dramático en 1952.En Maracaibo, el 15 de junio de 1946 se realiza la reapertura de la Universidad del Zulia, después de estar cerrada 42 años; su rector era el abogado e intelectual Jesús Enrique Losada.