Memorable teatro creado en Guanare.
Imposible concebir la historia de Simón Bolívar sin
la presencia de su maestro Simón Rodríguez. Y ha sido el teatro venezolano el
que la ha rescatado. A instancias de José Ignacio Cabrujas, quien la dirigió y
con la complicidad de los actores Flavio Caballero y Fausto Verdial, Isaac
Chocrón escribió y estrenó el 3 de marzo de 1983, en la sala Juana Sujo del
Nuevo Grupo, la singular elegía al Libertador en su Bicentenario: Simón.
Lúdica comedia que muestra al joven Bolívar y su maestro Simón Rodríguez en
histórico recorrido entre París y Roma, durante los años 1804 y 1805,
entre la coronación de Napoleón y el juramento en el Monte Sacro.
Ahora Simón Rodríguez, o Samuel Robinson (nombre
que usa tras la ruina de la conspiración de Gual y España, 1797), retorna como
hermoso ente teatral gracias al autor Tomás Jurado Zabala, el director Carlos
Arroyo y los comediantes Aníbal Grunn y Wilfredo Peraza, quienes mostraran en
la sala Anna Julia Rojas de Unearte y en la Sala de Cultura de los Teques sendas
funciones del espectáculo Robinson en la casa de Asterión.
Robinson en la casa de Asterión, producción
de la Compañía Regional de Portuguesa, reivindica a Simón Rodríguez y lo exalta
como lo que fue: gran pensador, revolucionario que desafió a toda la naciente
sociedad latinoamericana al desarrollar y poner en práctica, arriesgando hasta
su vida misma, por su original concepción- bajo la influencia de Jean Jacques
Rousseau- lo que deseaba: educar a las nuevas naciones liberadas del yugo
español por la espada de Bolívar y sus generales. Educación para derrumbar la
herencia colonial y formar auténticos ciudadanos republicanos como seres del
conocimiento y expertos en diversos oficios.
Jurado Zavala ficciona y combina al mitológico Asterión, según el cuento
de Jorge Luis Borges, con las peripecias del brillante intelectual (Caracas, 28
de octubre de 1769/Amotape, Perú, 28 de febrero
de 1854), e invita al espectador a revisar sus conocimientos sobre quien
“enseñaba divirtiendo”.
El espectáculo, creado en Guanare por Arroyo y su equipo de artistas, se
desarrolla en un espacio vacío y sobre un piso que reproduce, con líneas
blancas, al laberinto del minotauro de Creta, donde irrumpe Robinson para
enfrentarse con el Asterión (hombre con cabeza de toro), momentos antes de morir
y drenar sus fracasos y las culpas de quienes a lo largo de su vida tuvieron
que ver con la ruina de los mismos, con el mariscal Sucre a la cabeza.
Gracias a la concepción minimalista del montaje y
la desenfada actuación de Aníbal y Wilfredo, lo vemos desafiar a quienes lo acusaron de
ladrón, de hereje, de promiscuo, cuando su objetivo era educar y crear hombres
libres para formar verdaderas repúblicas en la América española. Al final se da
cuenta que su salvación está en sus escritos que leyó tantas veces y que nadie
supo comprender. Logra demostrar una vez más que, el hombre es grande y
trasciende en la historia y el tiempo por sus pensamientos y sus
saberes.
La saga y el legado de Simón Rodríguez o Samuel Robinson no se perdieron
en los largos y angustiosos 200 años de historia de esta república. Es una
referencia obligatoria en todo lo referente a la educación de la sociedad y es
por eso que en Caracas, hacia octubre de
1971, se fundó la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y en
más reciente fecha se creó la Misión Robinson, un programa social del gobierno
nacional durante la presidencia del comandante Hugo Chávez.
Robinson en la casa de Asterión vivirá
en el espacio de Unearte el 27 y el 28 de octubre, a las 5 pm, y en Los Teques
el domingo 5 de noviembre, a las 5PM.
¡Creemos que hay Simón Rodríguez o Samuel Robinson
para muchas décadas más!
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