El elenco y el director Carlos Arroyo. |
Peludas
en el cielo, de Gustavo Ott
(Caracas, 1963) tendrá tres funciones gratuitas de reestreno en la sala Anna Julia Rojas de
Unearte, durante el próximo fin de semana, según la puesta en escena lograda
por Carlos Arroyo y con las actuaciones de Vanessa Vásquez, Luis Domingo
González, Francis Rueda y Aura Rivas, dentro del último dispositivo escenográfico
que diseñara Rafael Sequera.
Esta pieza,
ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015 y que resultó ser una
aplaudida producción de la Compañía Nacional de Teatro durante la temporada de
2016, plasma el universo de cuatro venezolanos que se encuentran en la población
de Piacóa, estado Delta Amacuro, pero que cuyos anhelos y carencias pueden
extrapolarse a cualquier realidad local o universal.
A Piacóa la
acechan miles de mariposas palometas peludas, las cuales son la calamidad, la
oscuridad y la amenaza de múltiples enfermedades de carácter eruptivo, por esta
razón sus pobladores se preparan en sus casas, ante esta plaga que oscurece el
día y pase sin dejar mayores males. Esta metáfora construida a partir de un
fenómeno natural de la región, le sirve a Gustavo Ott para hablarnos de lo que
como sociedad nos caracteriza.
La casa de las
Pachecos, es el epicentro de esta saga. Allí nos encontramos con Yesenia -mujer
de carácter recio, afectada por un dolor en la pierna, producto de un accidente
que le ocasionó, una mariposa peluda - y su hija Mariana, quienes se ven
obligadas a quedarse dentro de la casa, porque las mariposas peludas están por
llegar. Intemporalmente se nos presentan el resto de los personajes: Luis
Domingo González, director de cultura de la Alcaldía, un doctor,
además de director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos
oficios; y Rita, maestra graduada, doctora y de dudoso origen europeo.
La intempestiva
noticia de que Rita puede haberse ganado la lotería, desatará el conflicto de la
obra, al generar la ambición y proyectar los más íntimos sueños y caprichos de
cada uno de los personajes, así como su verdadero carácter. Una Rita,
maestra graduada, inconforme con su realidad, con un sentimiento de
menosprecio, por su pueblo y gente, y un deseo fantasioso de irse a otro lugar,
a su Europa imaginada donde todo es perfecto y bello. Una Mariana, que desea
viajar a cualquier lugar del mundo, con la idea de conocer, pero también de
evadir. Yesenia, quien siente claramente que no puede alejarse de sus paisajes,
pero que se imagina con un yate, con piernas submarinas y cosas que hablen en
inglés. Y un Luis Domingo, atrapado en medio de estas tres mujeres, que también
se encuentra con su sueño de montar una transnacional de poesía, traficarla, venderla
e invadir el mundo con el sueño utópico de que la poesía puede salvar al mundo.
“Con Peludas
en el cielo entendemos que la poesía es un espacio perdurable, que
nos acompaña durante toda la vida. ¿Por qué no venderla? ¿Por qué no
exportarla? ¿Por qué no traficarla? A eso se reduce Piacóa, el mundo y nuestros
sueños. Una “peluda” síntesis de cada uno de nosotros , indica su director
Carlos Arroyo.
TALLER
CREATIVO
Gustavo Ott nos
confesó, vía Internet, que “Peludas en el
cielo me tomó
varios años. Estuve en el Delta en el 2011 (precisamente con talleres
organizados por la Compañía Nacional de Teatro) y de allí viene el paisaje.
Siempre la pensé como una comedia de tesis, a la manera
de Pony, porque dentro del lenguaje, entre el humor y la situación
cómica, está la idea del continente recobrado pero sin garantías; una
Latinoamérica como antídoto y escudo, pero también como amenaza, desengaño y
derrota. Peludas en el cielo funciona como monstruo y me gusta
pensar que esa bestia no está fuera de los personajes, sino en lo más íntimo de
sus deseos, como en 80 dientes, 4 metros y 200 kilos”.
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