Nuevo montaje de la CNT.
Peludas
en el cielo, maravillosa obra de Gustavo Ott (Caracas,1963),
regresa para presentarse en la sala 1 del Celarg, del 13 al 29 de marzo, bajo
la dirección de Carlos Arroyo y con las actuaciones de Aura Rivas, Francis
Rueda, Jorge Canelón y Ariana León, dentro del último dispositivo escenográfico
que diseñara Rafael Sequera.
Esta pieza,
ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, plasma el universo
de cuatro venezolanos que se encuentran en la población de Piacóa, estado
Delta Amacuro, pero que cuyos anhelos y carencias pueden extrapolarse a
cualquier realidad local o universal.
A Piacóa la
acechan miles de mariposas palometas peludas, las cuales son la calamidad, la
oscuridad y la amenaza de múltiples enfermedades de carácter eruptivo, por esta
razón sus pobladores se preparan en sus casas, ante esta plaga que oscurece el
día y pase sin dejar mayores males. Esta metáfora construida a partir de un
fenómeno natural de la región, le sirve a Gustavo Ott para hablarnos de lo que
como sociedad nos caracteriza.
La casa de las
Pachecos, es el epicentro de esta saga. Allí nos encontramos con Yesenia -mujer
de carácter recio, afectada por un dolor en la pierna, producto de un accidente
que le ocasionó, una mariposa peluda - y su hija Mariana, quienes se ven
obligadas a quedarse dentro de la casa, porque las mariposas peludas están por
llegar. Intemporalmente se nos presentan el resto de los personajes: Luis
Domingo González, director de cultura de la Alcaldía, un doctor,
además de director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos
oficios; y Rita, maestra graduada, doctora y de dudoso origen europeo.
La intempestiva
noticia de que Rita puede haberse ganado la lotería, desatará el conflicto de
la obra, al generar la ambición y proyectar los más íntimos sueños y caprichos
de cada uno de los personajes, así como su verdadero carácter. Una
Rita, maestra graduada, inconforme con su realidad, con un sentimiento de
menosprecio, por su pueblo y gente, y un deseo fantasioso de irse a otro lugar,
a su Europa imaginada donde todo es perfecto y bello. Una Mariana, que desea
viajar a cualquier lugar del mundo, con la idea de conocer, pero también de
evadir. Yesenia, quien siente claramente que no puede alejarse de sus paisajes,
pero que se imagina con un yate, con piernas submarinas y cosas que hablen en
inglés. Y un Luis Domingo, atrapado en medio de estas tres mujeres, que también
se encuentra con su sueño de montar una transnacional de poesía, traficarla,
venderla e invadir el mundo con el sueño utópico de que la poesía puede salvar
al mundo.
“Con Peludas
en el cielo entendemos que la poesía es un espacio perdurable, que
nos acompaña durante toda la vida. ¿por que no venderla? ¿Por que no
exportarla? ¿Por que no traficarla? A eso se reduce Piacóa, el mundo y nuestros
sueños. Una “peluda” síntesis de cada uno de nosotros”, indica su director
Carlos Arroyo.
TALLER
CREATIVO
Gustavo Ott
nos confesó que “Peludas en el
cielo me tomó varios años. Estuve en el Delta en el
2011 (precisamente con talleres organizados por la Compañía Nacional de Teatro)
y de allí viene el paisaje. Siempre la pensé como una comedia de
tesis, a la manera de Pony, porque dentro del lenguaje, entre
el humor y la situación cómica, está la idea del continente recobrado pero sin
garantías; una Latinoamérica como antídoto y escudo, pero también como amenaza,
desengaño y derrota. Peludas en el cielo funciona como
monstruo y me gusta pensar que esa bestia no está fuera de los personajes, sino
en lo más íntimo de sus deseos, como en 80 dientes, 4 metros y
200 kilos.”
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